152 años

Si están leyendo este artículo es que han superado el covid 19, las lluvias torrenciales, el volcán, la Guerra, la subida de la gasolina y seguramente la invasión alienígena que sufrimos entre que escribí estas líneas y el día de hoy. ¡Vaya racha!

La especie humana no tiene límites por lo que se refiere a la supervivencia y a la capacidad de resistir ante las adversidades. Pero lo cierto es que hemos estado al borde de la desesperación.

Por fin, estamos aquí, de nuevo en el balconet del Globo viendo la procesión general y preparando la Retreta. Pocas veces somos conscientes de la importancia que tiene para cada persona momentos o situaciones determinadas. Y es que la Felicidad se puede experimentar frente al mar, comiendo un arroz o bajando Sant Nicolau vestido de Requeté con la flauta travesera ‘susurrando’ la marcha-pasodoble ‘Mi Barcelona’.

No suelo hablar de mi, ni de mi entorno cercano. De hecho, prefiero no hacerlo y disfrutar o llorar las cosas de puertas para adentro. En este caso, me permitirán que les cuente cómo de apasionante ha sido representar a mi filà, la de los Navarros, en la escuadra del 150 (mejor dicho 152) aniversario de su creación.

Lo decía el Sant Jordiet, Fernando Rius Mestre, en la pasada ‘Vespra de Festa’. La filà es familia y la familia, filà. Gran verdad que practicamos en esa comunidad de afinidades festeras repletas de personas diversas que se respetan por norma general. La filà, la filà Navarros. Mi filà.

El 22 de abril honramos a nuestros antepasados, a los que se empeñaron en constituir una entidad festera con miembros humildes y trabajadores. Y también representamos a todos los contemporáneos: familias enteras, clanes que se prolongan en su cuarta generación y otros tantos festeros ‘nuevos’ a los que les resulta complejo identificar a los veteranos, porque se mezclan, comparten y ‘fan pinya’.

La escuadra especial del 150 (152) aniversario la ha compuesto un grupo diverso de personas que se han hecho mayores juntos. En algunos momentos revueltos, otros en paralelo. Pero siempre con respeto navarro. Miren qué detalles…

Si ponemos a los miembros de la escuadra en una báscula, superaremos la tonelada de peso. En el grupo hay 4 exprimers trons, un alférez, 4 capitanes, 4 miembros de l’Associació de Sant Jordi, 3 ‘pares i fills’, un tio y un sobrino, participación en más de 15 escuadras de negros, decenas de libros y artículos escritos, caballeros de cargos y trabajo, mucho trabajo discreto pero edificante por la Festa y los Navarros. Y sí, como intuirán, Adrián Espí sigue integrado en este equipo sumando galones y méritos navarros.

Gracias, Navarros, por concedernos el regalo de la pertenencia a un grupo, a una familia en la que, al menos Yo, me encuentro como en casa. La familia de la humildad, la filà en la que nadie es más que otros y en la que los más veteranos pasamos desapercibidos.

Esta es mi composición sanguínea: Ni A, ni B, ni 0 positivo.

Es J d Jornet, i N de Navarra.

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