El Mundial, la última dentellada del Tiburón

Jacobo Santana completa la triple corona, y tras ganar el Nacional y el Europeo, se alza con el título mundial en Argentina

Después de más de tres décadas de carrera deportiva, de haber competido en escenarios tan distantes como puedan ser Japón, Estados Unidos o Sudáfrica, de recorrer media Europa, de idas y venidas por cuestiones familiares y laborales, lo que sintió al cruzar la meta de Cerro Bayo, uno de los parajes más bellos de la conocida como la Suiza argentina, casi en la frontera con Chile, jamás se le olvidará. “No soy mucho de emocionarme, la verdad”, admite Jacobo Santana, quien no pudo evitar que se le saltarán las lágrimas tras ganar el Mundial UCI de descensos en su categoría, de 50 a 54 años.

Fueron lágrimas de emoción, pero también de tensión. “Afortunadamente todo salió bien, pero es cierto que yo mismo me metí mucha presión. Cuando estaba arriba a punto de salir se te vienen muchos pensamientos a la vez, unos buenos y otros no tan buenos. Te entra de repente el miedo a fallar a todas esas personas que han confiado en ti. Fue una sensación extraña que ni la tuve cuando me dedicaba solamente a los descensos. Había mucha tensión acumulada”, confiesa el alcoyano, que en julio próximo cumplirá 51, quien nada más cruzar la meta como campeón mundial, su primera reacción fue arrodillarse y echarse a llorar.

Atrás quedaban meses de mucha incertidumbre, de pensar si sería capaz de conseguir la triple corona: campeón de España, Europeo y Mundial. Su regreso a los descensos, disciplina de la bicicleta de montaña en la que en la década de los 90 fue uno de los grandes especialistas del país, en pleno expansión de este deporte, fue por la puerta grande. El pasado verano conquistó el campeonato de España, se quedó con la miel en los labios en la Copa de España tras ganar tres de las cuatro carreras puntuables (una le coincidió con el Europeo) y por primera vez se proclamaba campeón de Europa en Maribor (Eslovenia).

Precisamente este último título fue el que le hizo plantearse buscar el oro en el Campeonato del Mundo. El problema era la sede de 2023, en Argentina y había que cruzar el charco. Aquel pensamiento acabó de tomar cuerpo definitivamente una mañana, mientras almorzaba con Paco Sánchez, dueño de la firma ilicitana Mondraker, con la que empezó a correr a principios de 2000, cuando pocos conocían esta marca que estaba abriéndose camino en el mercado. Jacobo Santana dejó de competir durante diez años para preparar las oposiciones de bombero y estabilizar su vida personal, con el nacimiento de dos hijos, para volver en 2013.
En todo ese tiempo, el alcoyano siempre ha sido fiel a la firma ilicitana, ahora una de las más importantes del negocio de las bicicletas de montaña, de la que es actualmente embajador. Tal es la relación entre ambas partes, que el pasado martes, en la visita que hizo a la fábrica, los más de 200 trabajadores salieron a recibirle entre aplausos en un homenaje sorpresa.

De aquel almuerzo de finales de verano salió el compromiso para tener todo en su mano –material, viajes y estancia– y que esa medalla de oro finalmente colgara del cuello de Jacobo Santana. Por supuesto, el alcoyano lució en Cerro Bayo la última bicicleta de la firma Mondraker, un modelo totalmente de serie, eso sí de alta gama, valorado en unos 10.000 euros. “Salvo el sueldo, toda la preparación ha sido muy similar a la de un profesional”, reconoce el alcoyano.

Fue un cara o cruz de apenas tres minutos. Jacobo Santana, que fue el mejor en la calificación por cinco segundos, la bajada que dicta el orden de salida en la final, fue el último en tomar la salida. Todos los entrenamientos de los días previos fueron en seco pero la noche de antes de la carrera se puso a llover. Empezó a temer por los ingleses y un francés, Matthieu Welder, que había quedado quinto el año pasado en la categoría 45-50 y conocía el circuito.

El alcoyano hizo un descenso perfecto. “Me guié por las sensaciones del día anterior, arriesgando lo justo. Afortunadamente no llovió ese día y el circuito estaba seco cuando salí”. Jacobo Santana invirtió siete segundos menos que el galo. Ganó con un tiempo de 3’12’’, por los 3’19’’ de Welder. Completó el podio el argentino Leonel Sauma con 3’25’’, quedándose cuarto el español Juan Francisco López, quien terminó a tres segundos del bronce. Entre los diez primeros acabaron otro “descender” argentino, dos brasileños, dos estadounidenses y otro francés.

Ahora su mirada está puesta en revalidar el título de campeón de España y conseguir la Copa de España. De momento, tiene bien encarrilado el título, habiendo ganado los dos decensos celebrados y quedan otros dos por disputar. Sin embargo, no oculta su deseo de sumar un segundo Europeo, cuyo campeonato se celebrará a finales de agosto en Francia. Lo del próximo Mundial queda algo más lejos, entre otras cosas porque seguramente será en Australia.
Entre tanto, tratará de disfrutar de su otra faceta dentro del mundo del MTB, la de entrenador, y a comienzos de agosto formará parte de la expedición de la Selección Española de MTB como técnico de campo en el Mundial de élite de Glasgow.

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