San Hipólito Mártir se reencuentra con los contestanos difuntos
La imagen del patrón visitó por primera vez en la historia el Cementerio Municipal

Una jornada histórica. Así se puede definir el día tan emotivo que vivió Cocentaina el 18 de mayo con ocasión del 425 aniversario de la elección y proclamación de San Hipólito Mártir como patrón del municipio, efeméride que se está conmemorando a lo largo de todo este año. Y es que, por primera vez en la historia, la imagen del Santo visitó el Cementerio Municipal rindiendo así un emotivo homenaje a las contestanas y los contestanos difuntos.
La mañana arrancó con un almuerzo popular en la plaza Cardenal Férriz, al que asistieron más de trescientas personas y el no faltó el reparto de viandas clásicas como el bocata de blanco y negro. Luego salió San Hipólito desde la iglesia de Santa María entre aplausos y el volteo general de campanas. Comenzó así una festiva romería que hizo una primera parada en el Monasterio de las Clarisas siendo en su interior donde el patrón se encontró frente a frente con la Mare de Déu del Miracle; un instante lleno de emoción en el que se cantaron los gozos del mártir y el Himno de la Mareta.
Se repitió así la instantánea de hace 25 años cuando el 7 de mayo del año 2000, en el IV Centenario del patronazgo de San Hipólito, la Virgen del Milagro recibió su visita antes de la procesión extraordinaria que se realizó en aquella ocasión. La romería siguió después por El Pla y la calle Mayor hasta la Plaça de la Vila donde San Hipólito Mártir se detuvo frente al Ayuntamiento, punto en el que las autoridades locales de 1600 lo proclamaron patrón. Para recordar aquel hecho, la Corporación Municipal recibió al patrón y la Junta de Festes entregó al Consistorio un panel cerámico conmemorativo de este momento tan significativo.
Posteriormente, el alcalde contestano Jordi Pla tomó la palabra leyendo los documentos en los que el histórico Pare Arques plasmó todo lo que aconteció en torno a la elección y proclamación de San Hipólito Mártir como intercesor hace ahora 425 años. Después, la comitiva enfiló el camino hacia el Cementerio Municipal, siendo muchos los que se animaron a portar las andas del Santo, y nada más llegar al recinto se ofició una misa solemne que terminó con el rezo de un responso en memoria de los difuntos. Asimismo, antes de emprender el regreso al caso urbano del pueblo, San Hipólito Mártir giró a cada uno de los patios del Camposanto para rendir tributo a quienes tiempo atrás celebraron con gran alegría su Fiesta al llegar el segundo fin de semana de agosto. Los minutos finales de la romería estuvieron marcados por el sol y temperaturas superiores a los 25 grados, en el momento en el que San Hipólito emprendía el camino de regreso a Santa María con el acompañamiento musical de la Colla Mal Passet.
El tañido de las campanas recibió de nuevo al Santo a su llegada al templo y ya dentro, tras la oración final, la talla fue situada en el altar mayor de la mencionada parroquia desde donde San Hipólito Mártir presidirá diferentes celebraciones hasta la llegada de las próximas Fiestas de Moros y Cristianos.