La nueva polémica que rodea a la obra de la Rosaleda

El PP vinculó a una de las empresas adjudicatarias con la supuesta trama de corrupción del PSOE

La nueva polémica que rodea a la obra de la Rosaleda
Imagen reciente de las obras. ARCHIVO

La reforma de La Rosaleda es de nuevo objeto de polémica, provocada por un comunicado del Partido Popular en que vinculaba a una de las empresas adjudicatarias, Levantina, Ingeniería y Construcción S.L. (LIC), con la supuesta trama de corrupción del PSOE mencionada en un informe de la UCO. El PP cuestiona si el gobierno socialista conocía la situación de LIC, que, además, se encuentra en concurso de acreedores, y sugiere que esta podría ser la causa del retraso en las obras.

El portavoz popular, Carlos Pastor, expresó su preocupación por la continuidad del proyecto y reclamó explicaciones al equipo de gobierno, insinuando una falta de transparencia en el proceso de adjudicación. Según el PP, el hecho de que la primera licitación quedara desierta y que posteriormente se adjudicara a una UTE con participación de LIC, levanta sospechas sobre la gestión municipal.

Desde el gobierno municipal la respuesta fue inmediata y el grupo socialista contestaba desmintiendo rotundamente las acusaciones. Aclaran que actualmente LIC ya no participa en la ejecución de las obras, ya que su posición dentro de la UTE fue legalmente transferida a la empresa Cyes Infraestructuras S.L.U., tras una resolución judicial en el marco del proceso concursal. Además, recuerdan que todo el proceso de contratación fue público y transparente, con participación de la concejala del PP Amalia Payá en la mesa de contratación. También han detallado que el aumento del presupuesto se debe a razones técnicas recogidas en informes municipales disponibles para su consulta pública.

Respuesta del PSOE
El portavoz socialista, Jordi Martínez, ha calificado las “insinuaciones y acusaciones malintencionadas” del PP como “irresponsables” y ha instado a los populares a revisar la documentación oficial antes de lanzar dudas infundadas. “Nos mantenemos firmes en nuestro compromiso con la transparencia y la legalidad”, concluye.

Así las cosas, la polémica parece enmarcarse más en un debate político que en irregularidades reales, ya que, según la información aportada, no hay actualmente ninguna empresa implicada en casos de corrupción ejecutando las obras de La Rosaleda.

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