Diego Gisbert: pionero local en discdog
El alcoyano junto a su perro Maui se llevan cinco primeros puestos en su estreno en este deporte canino en plena expansión en nuestro país

Mascota y dueño no siempre ha sido un binomio bien avenido. De hecho Diego Gisbert, propietario y adiestrador de Maui, un perro pastor de la raza border collei, conocido por su habilidad para el pastoreo, sobre todo de ovejas, tuvieron que tomarse un descanso por diferentes motivos, hasta que dieron con la tecla correcta.
Todo empezó cuando era un cachorro. Diego Gisbert descubrió en el lanzamiento de disco una forma de interactuar amena y divertida, en la que no solo el animal disfrutaba, también era una manera de canalizar su energía y de activar su inteligencia.
Aquello fue a más, en un principio sin saber porqué se hacían algunas cosas, lo que le llevó a participar en algún curso aislado para aprender técnicas de lanzamiento y de recepción, pero sobre todo la manera de evitar que Mauri se hiciera daño.
Fue hace año y medio cuando dieron con la tecla correcta. Fue en febrero de 2024 cuando Diego Gisbert contactó con los entrenadores de discdogonline.com, la web de dos apasionados del discdog, un deporte canino que nació en Estados Unidos y que aquí en Europa ha crecido especialmente en la República Checa, mientras que en España está poco evolucionado y empieza a conocerse.
Estos dos entusiastas, uno de Madrid (Israel Rodera) y otro de Barcelona (Albert Galimany), además de formadores, transmitieron la pasión a Diego Gisbert por el discdog. En su caso, dada la distancia para recibir las clases de forma presencial, desarrollaron una progresión con clases online, que implicaba grabar a diario todas las sesiones para una vez enviados los vídeos, recibir las correcciones.
Así fue como después de un año y medio de mucho entrenamiento, Diego Gisbert entendió que Maui estaba preparado y que era el momento de empezar a competir. Aunque la temporada estaba empezada, la decisión fue acudir a las pruebas realizadas en Alcalá de Gurrea (Huesca) y unas semanas después, tomaron parte en la competición celebrada en Marganell (Barcelona).
El éxito fue instántaneo, puesto que lograron el primer puesto en un total de cinco mangas. Diego Gisbert y Maui tomaron parte en la modalidad de distancia y en la categoría beginners (principiantes), ya que era la primera vez que se inscribían en este deporte canino.
En distancia o toss&fetch/throw&catch, el guia lanza varias veces un frisbee (disco) lo más lejos posible dentro de una zona delimitada de hasta 50 metros de longitud y el perro debe atraparlo en el aire y devolverlo y entregar a su adiestrador para poder realizar el máximo número de lanzamientos y atrapes posibles dentro del tiempo establecido, que suele ser de un minuto o minuto y medio. Se puntúa la distancia siempre que el animal logre atraparlo sin que caiga al suelo.
En algunas organizaciones se valora la precisión del lanzamiento/captura dentro de una zona concreta, así como que el perro lo atrape con las cuatro patas en el aire.
Diego Gisbert no valora tanto los resultados, “reconfortan pero no era lo importante, sino disfrutar de la primera experiencia. Costó, pero hemos conseguido una estructura bonita de juego y Maui se lo pasa bien sabiendo a lo que juega. Toca mejorar y luchar por nuevos retos”, confesó.
Retos que pasan por acudir con más regularidad a las distintas competiciones que se celebran a nivel nacional y combinar la distancia con el freestyle (estilo libre), un rutina coreografiada de dos minutos de duración en la que el perro y el humano desarrollan una serie de habilidades, trucos, saltos y acrobacias, utilizando entre siete y diez discos durante ese periodo de tiempo. El único problema: la falta de instalaciones adecuadas a nivel local para entrenar porque el perro necesita de una superficie adecuada para evitar lesiones.