Dos entrenadores alcoyanos en la OK Liga la próxima temporada

Diego Mir ha sido el entrenador que ha devuelto al Cerdanyola, club decano del hockey español, a la OK Liga tras 17 años de ausencia

Hablar del Alcodiam y de su exitoso presente es pensar también en nombres como los de Ferran Formatjé, Guiri o Gonzalo Pérez, jugadores que llegaron muy jóvenes, alguno con la mayoría de edad recién cumplida, y que más de una década después han terminado arraigando en nuestra ciudad.

Se trata de jugadores bandera del Alcodiam actual –Formatjé ha decidido justo esta temporada poner fin a su carrera– que llegaron con el visto bueno de un tecnico que sentó las bases del club que esta temporada ha hecho historia en el deporte alcoyano y que puso la semilla durante catorce largos años a ese equipo que este curso ha levantado su primer título europeo.

Fue alguien que como ellos terminó echando raíces en la ciudad. En su caso, acuciado por la necesidad, en su país la crisis económica había obligado a muchos argentinos a abandonar la nación. Era 2002 y con aquel viaje a lo desconocido, con mujer e hija de corta edad, aterrizando en una ciudad que comenzaba a soñar con tener un equipo en la máxima categoría del hockey sobre patines estatal, dio pie a una de las historias más fascinantes que ha dado el deporte alcoyano.

Apenas un año después de ser uno de los dos argentinos que formaban parte de la plantilla de un Alcodiam que aspiraba a ser cabeza de león en Primera División, aceptaba el reto de colgar los patines y pasar a dirigir a quien hasta unos pocos instantes antes eran compañeros de vestuarios.

El efecto fue inmediato y en la temporada de su debut en un banquillo condujo a los azulgranas hasta su mayor hito: el ascenso a la OK Liga, un 25 de abril de 2004. El actual Alcodiam no se entendería sin aquellas catorce ininterrumpidas temporadas que Diego Mir permaneció en el banquillo del equipo: bajo su dirección el Alcodiam pisó durante nueve temporadas la OK Liga, ganó una edición de la Copa Principe, disputó tres fases finales de la Copa del Rey y jugó una Final a 4 de la antigua Copa CERS en 2012.

Diego Mir dejó el Alcodiam en 2016. Son nueve años alejado de lo que él y su familia considera como “casa”. Aquí nació Manu, que esta temporada ha fichado por el Saint Omer, el campeón de la liga francesa, y también las dos gemelas, la razón por la cual decidieron hace dos años dejar Italia para volver a España y que aquí siguiera su formación escolar en una etapa crucial de sus estudios.

Diego Mir llegó a Italia a finales de la temporada 2017/18 tras comprometerse con el Breganze. Dos campañas después fichó por el Valldagno, uno de los grandes de la liga italiana, con el que conquistó un título de Copa como mejor resultado. Cerrada aquella etapa, en la temporada 2023/24 le propusieron tomar las riendas del Cerdanyola, el club decano del hockey español, fundado en 1935. Este histórico del deporte del stick llevaba casi dos décadas sin pisar las pistas de la OK Liga.

El hispano-argentino aceptó el reto de dejar la élite y bajar un escalón. Hace unos días esta localidad con una población similar a la de su querido Alcoy, muy cercana a Barcelona, festejaba el regreso a la máxima categoría del hockey estatal tras 17 años años y después de ganar los dos partidos al Manlleu.

“No era un desafío fácil, tenía sus riesgos porque la OK Plata es una categoría complicada, pero ha sido una satisfacción enorme poder celebrar este ascenso”, confesaba el ex del Alcodiam, que la próxima temporada volverá a pisar la OK Liga después que se despidiera del banquillo azulgrana en la temporada 2015/16.

Eso significará que la próxima campaña habrán dos entrenadores alcoyanos en la máxima categoría del hockey sobre patines estatal. “Aunque no sea de Alcoy, me considero un alcoyano más, allí siempre estará mi casa”, se reivindica. Una casa a la que trata de volver sin falta al menos una vez al año para visitar a los muchos amigos que aún guarda de esos catorce años que supusieron un punto de inflexión en su vida.

“Las dos gemelas, aunque se fueron con 3 años y ahora cuentan con 14, tienen un recuerdo muy vago de sus años en Alcoy, pero se sienten muy alcoyanas. De hecho, en su clase han tenido una profesora que es de Muro y hablaban mucho de Alcoy y sus tradiciones. Siempre que podemos, viajamos hasta allí, porque en Alcoy tenemos nuestras raíces. Para toda la familia es muy especial. Muchas veces vamos sin avisar, casi de incógnitos, porque son pocos días y sería imposible estar con todos”, se resigna.

Reconoce que el día que salga el calendario de la próxima temporada tendrá nervios por saber cuándo le toca visitar con el Cerdanyola el pabellón Miguel Sarasa. “Si quieres que sea sincero, no me hace ninguna gracia tener que enfrentarme al Alcodiam en su casa. Será como tener el corazón partido ese día. Al mismo tiempo, pienso en la vuelta y me hace mucha ilusión.

Volver a la casa que tan bien te acogió es algo muy grande”, desvela.
Sabe que la próxima temporada será de sufrimiento. “El objetivo es la permanencia. Estadísticamente lo tenemos crudo. Esta temporada, los tres que subieron, han terminado bajando”, admite consciente de que cuenta con una plantilla con muchas limitaciones, en la que nadie se dedica por completo al hockey, con jugadores que además de jugar, trabajan o estudian.

Diego Mir asegura que está al tanto de toda la actualidad azulgrana. A través de las redes sociales se encuentra al día de cuanto sucede. Confiesa que se alegró un montón cuando los de Lorenzo Pastor conquistaron la Trophy Cup. “Es una competición a la que todavía le falta rodaje. Era la primera edición, pero ello no quita mérito al título. Lograrlo de la manera que lo conquistó el Alcodiam es para quitarse el sombrero: en casa del Follonica y apelando a la épica. Es de “chapeau”. El club está en un gran momento. No es nada fácil lograr lo que está consiguiendo: ser un equipo de fuera de Cataluña y dar los pasos que están dando en las últimas temporadas”, se congratula.

Habla de la dificultad de reemplazar a alguien como Ferran Formatjé. El gironí llegó estando él en el banquillo. También Guiri y Gonzalo Pérez, banderas hoy en día de los azulgranas. “Ferran es irremplazable, no solo por lo que aporta como jugador, con un nivel técnico por encima de la media, sino por el aire que crea en el vestuario. Hace que el ambiente sea espectacular, algo muy importante para el buen funcionamiento de un equipo. Pero el club tiene otros grandes activos como son Guiri y Gonzalo, también está Agustín, que llegó ya cuando yo no estaba, pero que lleva allí muchos años. Contar con una base de 3 o 4 jugadores que conocen bien el club es clave. El Alcodiam lo tiene y solo falta acertar en los fichajes que vienen, que no siempre es fácil”, concreta.

Diego Mir se fue del Alcodiam en 2016 dejando la puerta abierta y pensando en volver algún día. Ese momento todavía no ha llegado. En su momento fue uno de los que apostó por dar la oportunidad a Lorenzo Pastor cuando se decidió que Sergi Punset no iba a continuar.

El alcoyano va camino de su séptima campaña consecutiva en el banquillo azulgrana. Diego Mir tiene 52 años y esas más de dos décadas de trayectoria profesional le llevan a pensar que esa vuelta a los orígenes acabará llegando. “Claro que me gustaría volver, pero ahora no es el momento, porque el Alcodiam tiene entrenador, un gran entrenador, y tampoco quiero postularme para ello. Esa opción está ahí, me encantaría porque sería como volver a casa, pero hay que respetar el trabajo de los que están ahora en el club, que además lo están haciendo muy bien”, subrayó.