“He tenido buenas temporadas pero ninguna como esta”
El banyerense Ramón Sanjuán, un trotamundos del baloncesto comarcal, ha sido el máximo encestador de la liga local

En l’Alcoià y el Comtat, el baloncesto se vive con intensidad, pero también con cercanía, y orgullo local. En ese contexto ha brillado este año Ramón Sanjuán Domenech, un banyerense de 31 años que se ha proclamado máximo anotador de la liga local de Alcoy con 237 puntos. Más allá de las cifras, su historia es la de un trotamundos del baloncesto comarcal, un apasionado del deporte y, sobre todo, un firme defensor del juego colectivo.
“Siempre me ha gustado practicar deporte en general”, comenta. “El baloncesto ha sido siempre mi prioridad, pero llevo años jugando al fútbol sala con amigos, y también he estado federado en pádel y voleibol. No me considero forofo de ningún deporte en concreto, pero sí un apasionado de la actividad física en general. Disfruto más practicándolo que viéndolo”, explica. Su camino deportivo arrancó en su localidad natal, Banyeres de Mariola, pero fue en categoría sénior cuando se vio obligado a buscar nuevas aventuras por falta de jugadores.
Ahí empezó su periplo por varios clubes de la comarca: el Iris Contestano, donde militó cuatro temporadas en Preferente. Posteriormente, fichó por el Muro, donde jugó durante dos temporadas en categoría Autonómica, mientras seguía compitiendo en la liga local con el propio Iris Contestano. Después pasó una temporada en el Nou Bàsquet Alcoy, en el segundo equipo, donde también compaginaba con la liga local.
En 2023 dio un giro inesperado a su carrera: dejó el baloncesto federado para federarse en voleibol con el club de Ontinyent, aunque sin abandonar su participación en la liga local alcoyana. “Durante 2024 no estuve federado a ningún deporte, por lo que la liga local de Alcoy se convirtió en mi principal compromiso deportivo”, explica. Y vaya si se ha notado.
Sanjuán encontró en el Iris Contestano de la liga local el escenario perfecto para desplegar su talento. Esta temporada no solo ha liderado a su equipo, que finalizó en cuarta posición tras disputar los playoffs, sino que además se ha erigido como el máximo encestador con 237 puntos, promediando 21,55 puntos por partido. “He tenido buenas temporadas en cuanto a anotación, pero no esperaba alcanzar esa cifra”, admite. “Este año, al no tener otras competiciones, he podido centrarme más en el equipo y mantener una mayor regularidad”.
En la lucha por el título de máximo anotador tuvo duros rivales. Entre ellos, Fernando Peidro, segundo en la clasificación y habitual dominador de esta estadística durante los últimos siete años. También otros conocidos del baloncesto local como Álex Ferrado, Jaume Pozo, Héctor Gomar o Ángel Francés. “Finalmente, terminé con una diferencia de 53 puntos respecto al segundo clasificado. Es cierto que puede que alguno se perdiera algún partido, pero aun así también quedé primero en la media de puntos por partido”, señala.
A pesar de haber protagonizado una gran temporada en el plano ofensivo, Ramón no se define por su capacidad anotadora. “En realidad, mi punto fuerte en otros equipos siempre ha sido la defensa”, afirma. “Este año me he sentido más cómodo en ataque, y eso se ha notado en los números”. Su versatilidad en la cancha no le hace perder el enfoque.
De hecho, guarda con especial intensidad el recuerdo de un partido en particular: el tercer encuentro de los playoffs, donde su equipo cayó en la prórroga frente al campeón. “Tuvimos la opción de ganar antes de llegar al tiempo extra: anoté el segundo tiro libre para empatar, pero fallé el primero, que nos habría dado la victoria directa”, lamenta.
Buena parte del éxito de Ramón Sanjuán se debe al ambiente que ha encontrado en el equipo. El Iris Contestano lo integran jugadores de Banyeres, Alcoy y Cocentaina, un crisol comarcal que ha cuajado en un vestuario unido. “Principalmente juego esta liga por los compañeros de vestuario, muchos de ellos conocidos de años anteriores”, asegura. Entre los de Banyeres, destaca a Edgar, Ruru, Toni Valero, Fernando, Joel, Manu y Pollo. Por parte de Alcoy y Cocentaina, menciona a Pablo, Fran, Ancio, Xuki, Jordi y Sergio.
El ambiente ha sido un factor fundamental para que Ramón juegue en la liga local de Alcoy, aunque también la flexibilidad y la cercanía a Banyeres. Los entrenamientos los realizaban los martes y jueves en el pabellón de Paúlas, donde se reunían jugadores de toda la liga.
Esta organización flexible ha sido clave para que muchos, como Ramón, pudieran compaginar el deporte con sus responsabilidades como corredor de seguros. “En la liga local los entrenos son por la noche y no hay un nivel de compromiso tan exigente como en los equipos federados, lo que me ha permitido compaginarlo mejor con el trabajo”, explica.
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En la gala organizada por esta casa, fue galardonado como máximo anotador, un momento que recuerda con especial emoción. “Fue una gran sorpresa. No me esperaba un evento tan bien organizado, así que lo viví como una experiencia única”, comenta. “Compartir ese momento con deportistas de primer nivel y profesionales que viven del deporte fue muy especial para mí”.
Después de esta excelente temporada, Ramón ya piensa en lo que está por venir. Para 2025, tiene un objetivo ambicioso: formar un equipo federado en Banyeres de Mariola, recuperando la representación del municipio en el baloncesto federado tras años de ausencia. “Al mismo tiempo, me gustaría seguir participando en la liga local de Alcoy, que tanto me aporta a nivel deportivo y personal”, concluye.