«No hemos venido para un año, queremos estar en el centenario y algo más»

Entrevista a Miguel Ángel Llorens, accionista mayoritario del Alcoyano

Es el hombre del momento, la persona que ha hecho posible lo que parecía imposible, que el  CD Alcoyano pasara otra vez a manos alcoyanas. Como nuevo accionista mayoritario, Miguel Ángel Llorens ha vuelto a ilusionar con su ambicioso proyecto con el que busca recuperar las señas de identidad de un club cercano a su centenario.

Según asegura, detrás de esta maniobra no hay trampa ni cartón, que la compra obedece mucho a las ganas de la anterior propiedad a vender después de comprender que su momento había pasado. Ha puesto de moda la palabra sostenibilidad, empeñado como parece desde el minuto uno en conseguir que las matemáticas encajen y en desmitificar la frase “dos y dos nunca son cuatro en el mundo del fútbol”.

Este hijo de un gran aficionado al Deportivo, de quien heredó su pasión por la entidad del Collao, tiene 45 años, dos hijos de 10 y 13 años y es un empresario de éxito, CEO de Grow Up, el holding que aúna a varias empresas dedicadas al seguro y la movilidad, cuya sede central está en nuestra ciudad y que cuenta con 60 empleados. Es presidente desde principios de mayo de ACECA y fester de los Benimerines y los Navarros. Actualmente compagina haber sido durante muchos años jugador del Imperial con el pádel.

– ¿Cuándo decides dar ese paso al frente que ha culminado con el control de la mayoría accionarial del Alcoyano?
– Comienza con el final de la pasada temporada, cuando me da mucho que pensar la mala relación que había entre el club, el Ayuntamiento, la afición e incluso con la ciudad. Acabábamos de entrar como patrocinador y lo primero que piensas es que si llegas a saberlo, no entras. Como empresa vimos bien apoyar al Alcoyano, aunque no esperábamos este conflicto. Ahí empieza la primera inquietud. Se hace la manifestación, se consigue arreglar la situación y hablando un día con Ramírez, me dice que el club necesita reorganizarse y tener una estructura. Le digo que adelante, que podíamos ordenar una manera de colaborar. Una vez iniciada la liga es cuando empezamos a hablar la forma de implicarse más ampliamente. Le pregunto por crear una tienda online, que finalmente la ponemos en marcha antes de Navidad. Después hablamos de la gestión de la publicidad y empezamos a redactar un contrato. Incluso hablamos de entrar a formar parte del accionariado. Se inicia una relación que va a más y en todo lo que hacemos, cumple con su palabra. Llega un momento en el que él se siente cada vez más a disgusto. Entonces es cuando pienso que si alguien tiene que dar el paso, ese soy yo, porque con Ramírez es difícil de tratar hasta que tienes algo de feeling. Vi que era el momento y lo que no quería era arrepentirme de no haberlo intentado. Pensé que era el momento.

– ¿Hay algún momento que tu cabeza hace click y decides tirar hacia adelante con todas las consecuencias?
– Más que una decisión mía, es de Ramírez, que viendo que el equipo se hunde, empieza a cambiar de opinión. Un día hablando con él, creo que era a comienzos de mayo, es cuando me dice que se va y que tengo que ser yo quien se quede con el club. Es cuando me habla de la manera de hacer el traspaso. Le digo que así, de golpe, no lo veo, que necesito marcar mis tiempos. Empezamos a hablar, vamos avanzando, hasta que todo está a punto de saltar por los aires dos días antes de que se firme el acuerdo definitivo hace dos viernes. La situación se tensa mucho y es cuando las dos partes pensamos que “o dentro o fuera”. Finalmente fue dentro, pero porque él también colaboró y llega un momento en el que también tienes que confiar en la otra parte, porque el Alcoyano es un club vivo en el que diaramente pasan cosas. Se han puesto una serie de cláusulas a falta de cerrar definitivamente el traspaso.

– ¿Cómo es Ramírez a la hora de negociar?
– Es una persona que sobre el papel no tiene problemas económicos, pero también es lógico que tampoco quiera perder dinero. Ramírez ha entendido que el Alcoyano ya no es su proyecto, que no está a gusto y lo que ha buscado es minimizar el impacto de la venta. Es cierto que la mía no era la única opción, habían otras, pero vio que yo había cumplido en todo lo que hablamos y me transmitió que no quería ser la persona que fastidiara al Alcoyano. También vio en mi una posibilidad de salir del club de una manera digna y sin hacer ruido. Hubo un punto, que era dejar la plantilla hecha, y le dije que nosotros podíamos hacerlo, que tenía a José Alemany, que pienso es un superfichaje para el Alcoyano, porque es una persona de empresa, de cantera y que conoce el fútbol de estas categorías. Le dije la idea que teníamos y no hubo problema. Estoy muy tranquilo en el área deportiva, más allá de que los resultados acompañen o no, porque esto es fútbol.

– ¿Eres empresario y se puede pensar que no conoces el mundo del fútbol, en el que la lógica de los números no son un buen compañero de viaje?
– No me considero un desconocido del fútbol ni tampoco del mundo empresarial del fútbol. Lo que sucede es que estamos en unas categorías que son muy complejas. También es verdad que la Segunda es una categoría mejor que la Primera Federación para la capacidad de nuestro club de generar ahora mismo ingresos. En cualquier caso, el Alcoyano debe ser llevado de una manera sostenible. Nuestra idea es hacer un presupuesto contando que tienes un 20% de margen tanto por arriba como por abajo, que es perfectamente asumible. Como sucede en el área deportiva con José Alemany, estoy tranquilo a nivel económico porque cuento con la ayuda de Chiqui Linares, que es un fenómeno.

– ¿Por qué Chiqui Linares como presidente y persona fuerte en el área financiera?
– Por la confianza que tengo en él. Cuando empiezo en el mundo empresarial quien me asesora es él, es quien me ordena mis negocios y la persona que me ha marcado el camino a seguir. También tengo la ayuda en ese apartado de Francés Asesores, tanto Nacho como José Luis, que han sido muy importantes en este paso dado. A Chiqui Linares también le tengo que agradecer que hace diez años, cuando daba mis primeros pasos en mi actual negocio, no habría tirado adelante de la manera que lo hice sin su ayuda. Fue una persona que apostó por mí y a la que estoy muy agradecido. A nivel de Alcoyano, creo que puede ayudar mucho a la hora de crear una estructura y evitar los problemas de impagos que el club viene arrastrando. Las tesorerías tienen que ir fluctuando y el club debe ser capaz de asumir las distintas situaciones que puedan darse. Tenemos que estar al día en todo. No podemos estar pendientes de las subvenciones porque nunca sabes cuando van a pagarse. La idea es dar todas las facilidades posibles a aquellas empresas que quieran subirse al barco y Chiqui Linares es un verdadero crack para ordenar todo eso. A todo ello, no veo normal que en la cantera del Alcoyano se pague por jugar. El club debe elegir a los jugadores que entienda que sean válidos. Si se crea una cuota por pertenecer a la Escuela lo único que estás consiguiendo es que juegue aquel chaval cuyos padres pueden pagar, cuando lo que nosotros pretendemos es generar talento para el primer equipo sin necesidad de pagar. No puede ser que un niño con unos padres que no tengan recursos no pueda jugar en el fútbol base del Alcoyano. Pagar por jugar entendemos que no es apostar por la cantera. Si no logramos financiar la totalidad de la cantera, al menos sí todo lo que sea el fútbol 11, incluido mujeres. La idea es tener un equipo femenino representativo de la entidad, aunque sé que es una cuestión de tiempo, ir paso a paso. Calculamos que necesitaremos para cantera un presupuesto de unos 150.000 euros porque la cantera necesita transporte, necesita meterial, entrenadores y eso requiere de inversión, pero inversión pensando en el futuro.

 

Puedes leer la entrevista completa enla edición de El Nostre Ciutat del 4 de julio

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