El rock en valenciano, lleno de vida en Xixona

La Escola de Rock Mugroman celebra su séptima edición con las plazas agotadas un año más

El rock en valenciano, lleno de vida en Xixona
Alumnos de la Escuela de Rock Mugroman. JOAN SÁNCHEZ

Los veranos en los pueblos siempre se hacen complicados: cuesta encontrar cosas que hacer y el calor borra cualquier posibilidad de salir de casa antes de las ocho de la tarde. Pero en Xixona no tienen ese problema porque cada año celebran su Escola de Rock Mugroman, una iniciativa que acerca la música rock a los jóvenes del pueblo, de 8 a 88 años, y que los convierte en verdaderas estrellas.

En el salón de actos de la Societat Cultural ‘El Trabajo’ hay unas ocho personas sobre el escenario. Tres niñas y un niño lideran su grupo para ponerle voz a una versión muy personal de ‘Maniac’, de Michael Sembello, y detrás, dos baterías, un bajo y dos guitarras —una mezcla entre alumnos y profesores de la escuela— prometen acompañarlos durante los más de tres minutos que dura la canción. Pasqual Sanchis, director de la Escola de Rock Mugroman —e integrante de la banda original—, explica que uno de los objetivos de esta actividad es cantar en valenciano, pero que no es fácil. La música rock de nuestra tierra tiene estructuras y ritmos más complejos, y por eso eligen temas más sencillos del panorama nacional e internacional y los traducen a nuestra lengua.

La organización de la escuela es sencilla, como bien explica Sanchis: “Lo que hacemos es que tenemos cuatro profesores, cuatro áreas, que son batería, guitarra, bajo y voz. Ellos eligen en qué instrumento quieren participar y la escuela se divide en dos etapas”. En una fase inicial, durante las dos primeras semanas, los alumnos practican individualmente una canción —que luego interpretarán— con su instrumento y tienen un rato con su profesor para ir corrigiendo y mejorando aspectos. Finalmente, hacen lo que llaman “combos”, que son grupitos de integrantes de la escuela que han practicado la misma canción para tocarla y preparar su actuación en el objetivo final del curso: el Festirock, un festival en el que el alumnado tiene la oportunidad de demostrar todo lo que ha aprendido a lo largo del mes de julio. Además, Sanchis asegura que esto supone una gran motivación para los jóvenes, ya que actúan en el mismo escenario que los artistas consagrados que acuden a Xixona, y lo hacen ante padres, amigos y vecinos, perdiendo así la vergüenza.

El evento se organiza desde 2017, y este año celebra su séptima edición. Marcos Ros, concejal de Promoción del Valenciano del Ayuntamiento de Xixona, asegura que año tras año la Escola de Rock Mugroman es un éxito y que las inscripciones se llenan enseguida. Por eso, no contemplan dejar de hacerla: “Mientras yo esté en el Ayuntamiento, habrá escuela”, asegura. De hecho, cuando pasa el verano, el pueblo de Xixona ya pregunta si volverán a organizarla, explica Ros entre risas.

Al final, el objetivo de las jornadas es dinamizar a los y las jóvenes del pueblo y ofrecerles una propuesta lúdica y educativa para pasar las tardes de verano en Xixona. El director añade que la intención de la Escola de Rock Mugroman nace con los inicios de la banda que le da nombre: “Queríamos recordar cuando Mugroman empezó y la batería eran bombos de detergente, teníamos la guitarra española…”. Buscan entender el rock como “un estilo de música con el que es fácil empezar”. Por eso, las puertas de la escuela están abiertas tanto para jóvenes con conocimientos musicales como para aquellos que no los tienen. Así, esperan, podría surgir algún grupo a partir de estas clases veraniegas. Además, también hay un cierto retorno hacia el profesorado: “Es bonito porque siempre hemos contado con compañeros del rock xixonenc”. Con todo ello, la Escola de Rock Mugroman se convierte en un punto de unión entre el pasado más reciente y el presente con más futuro de la música de Xixona.