“La inmediatez no existe en el billar”

La tricampeona autonómica, Sonia Peirò, describe con clarividencia la situación actual del billar en España y Europa

“La inmediatez no existe en el billar”
Sonia Peirò disputando una competición para su club.

Han sido demasiados los años de retroceso por los que ha pasado el Club de Billar de Alcoy (50 miembros actualmente) desde su fundación a finales de la década de los ochenta. Una agrupación, en aquel entonces hermética, con una media de edad alta y una actividad que se limitaba a organizar competiciones exclusivamente internas. Esta dinámica ha cambiado con la llegada de José Reig a la dirección del club, implantando una nueva dinámica que revitalizó el club y propagó la llegada de jugadores/as más jóvenes, como es el caso de Sonia Peirò. La jugadora alcoyana de billar empezó a jugar a los 15 años, gracias a la afición que le inculcó su padre, Jose Manuel Peirò. El preludio de Sonia en el billar se vio interrumpido por la necesidad de atender sus estudios de Filología inglesa, por lo que debió alejarse del deporte durante un largo período de tiempo hasta 2023. A pesar de sus raíces alcoyanas, no empezó a practicar el deporte en la ciudad; sus inicios se trasladan a Castalla, donde se encontraba su padre en aquel entonces. “Yo juego al billar por mi padre, y como él jugó en diversos clubes, empecé en Caseta Nova en el año 2008. Una vez que empezó a jugar en Alcoy, me fui con él”. Sonia es la primera mujer en debutar en el Club Billar Alcoy, y a sus 31 años es jugadora y directiva de la entidad, “la verdad es que desde el club me lo pusieron muy fácil, me han animado muchísimo, incluso me ofrecieron entrar en la directiva, estoy muy agradecida”, expresa la jugadora.

Sonia retomó su andadura hace dos años; desde entonces, ha acumulado un palmarés, con el que ha barrido a nivel autonómico, consiguiendo un triplete consecutivo de campeonatos desde su regreso: “En 2023 debuté en la competición jugando el Campeonato de España celebrado en Gandía, en el que acabé novena, en 2024 volví a intentarlo en Murcia, quedando séptima, y este año no pude acudir por no poder desplazarme hasta Mallorca. En estos tres años he ganado el campeonato autonómico en todos ellos”, afirma Sonia. Este dominio de su categoría, que le ha llevado a ser tricampeona, se debe a su perseverancia en los entrenos y a la instrucción recibida por sus dos entrenadores. Sonia entrena de 2 a 3 veces por semana; los lunes entrena con Jesús Rico, uno de los mejores jugadores de billar en terreno español, que la Federación asignó a la alcoyana; los miércoles entrena con su padre, reservando el viernes para disputar partidas internas en el club que le sirven como preparación para los campeonatos. Esta dupla de jugadores que controlan a Sonia, repercute directamente en su estilo de juego, que ha sido desarrollado a imagen y semejanza de sus entrenadores, “siguiendo la línea de mi padre, soy bastante sistemática, pero lo bueno es que dispongo de varios entrenadores; mi padre utiliza sistemas numéricos para hacer ciertas carambolas, pero Jesús se guía más por su intuición, trato de combinar esos dos estilos”, habla Peirò.

La llegada de Sonia el club disminuyó la edad media de los integrantes del club, el billar es un deporte que tiene poca conexión con los jóvenes y la jugadora ofrece su diagnóstico de qué es lo que ocurre, “creo que el billar es un deporte que ha involucionado, la juventud quiere resultados inmediatos, y esa diligencia no se consigue en el billar. Hay que llenarse de paciencia y entrenar para ver resultados en meses y años, se trata de una evolución muy lenta en cuanto a juego, y en consecuencia la media del deporte es muy alta”, afirma. Una partida de billar es una guerra psicológica en la que ambos oponentes deben tratar de mantenerse firmes si las cosas no salen bien, demostrar una sólida entereza durante la partida, es el duelo con el que deben lidiar los que deciden practicar este deporte: “Es una batalla mental contigo mismo, se debe mantener la calma cuando el marcador no está a tu favor y concentrarse en lo que puedes hacer. El rival te lo puede poner mejor o peor, pero el que puede resolverlo eres tú mismo”. El Club Billar Alcoy se encuentra actualmente en estado de gracia, este año ha ascendido a División de Honor y, durante la próxima temporada, peregrinará también con equipos por la primera y segunda división, estando en las tres categorías. Además, el club ya ha salido en ocasiones al mercado, en búsqueda de jugadores que enriquezcan el bagaje de opciones para competir. El año pasado, lograron que el jugador belga, Peter De Backer, acudiese para echar una mano, sirviendo a la postre para conseguir la permanencia de la categoría. Juan Manuel Peirò, padre de Sonia, ha sido uno de los propulsores del club junto a José Reig.

La trayectoria de Juan Manuel ha servido a su hija de inspiración para posicionarse como potencial aspirante a triunfar en el complicado mundo del billar, “desde que tengo uso de razón le he visto jugar al billar, el club ha evolucionado tanto, en parte gracias a él. Ha salido de la ciudad para jugar y ha conocido jugadores de nivel de los que ha ido aprendiendo. Fue campeón de España por equipos en su día y su fanatismo por el deporte es enorme, podríamos estar horas hablando sobre jugadas, dice Sonia. La vida de Sonia Peirò actualmente se organiza en dar clase por las mañanas en el Instituto y en entrenar por las tardes. Tras acabar el curso como profesora en el FP Batoi, en septiembre se trasladará a Cocentaina para seguir con la docencia, dejando siempre una puerta abierta al billar, a lo que asegura que siempre mirará de soslayo: “Vivir del billar es muy difícil, viven cuatro de ello, tienes que ser muy bueno a nivel mundial y es algo que me encantaría hacer, hoy por hoy es imposible, pero no pierdo la motivación”.

A pesar de ser una osadía, Sonia mantiene su espíritu y motivación como base para seguir forjando a fuego lento el que es su sueño: ser campeona de España y de Europa.

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