Alarma social

En nuestra comarca, el silencio no puede prolongarse más. La aparición de pintadas racistas y xenófobas en Muro d’Alcoi —con mensajes como “mata moros”— y su extensión reciente a Agres, Alfafara y Bocairent, donde también han aflorado símbolos nazis e islamófobos, no son incidentes aislados ni el simple fruto de la descarga de un fin de semana. Son la expresión cruda de una enfermedad social que pretende normalizar el odio.

El alcalde en funciones de Muro ha calificado estos hechos como “una mala moda”, una insuficiente etiqueta para contener la gravedad que representan. En Muro, el 10–15% de la población es inmigrante, personas que no solo aportan a nuestra diversidad, sino que forman parte viva de nuestra comunidad.

En Bocairent, la condena ha sido igualmente firme. El Ayuntamiento, junto con Compromís per Bocairent, ha llamado «intolerables y repugnantes» a estas manifestaciones de odio, responsabilizando indirectamente a la extrema derecha que, con su retórica xenófoba, pavimenta el terreno para estos actos violentos.

Resulta escalofriante pensar que los mensajes de odio pueden estar pasando a escasos metros de nuestras puertas. Si el vandalismo es fácil de borrar, el daño causado a la convivencia y a la percepción de seguridad no se borra tan fácilmente. El mensaje que cala es aún más peligroso y difícil de contrarrestar: que el racismo y la intolerancia forman parte de nuestra realidad cotidiana, como algo tolerable o menor.

Nuestro compromiso debe ser colectivo. Celebrar la diversidad no es un acto simbólico, sino una decisión política, cultural y social. Y eso implica una educación continua, visibilidad de las comunidades migrantes, espacios de encuentro y diálogo, y una voluntad clara de construir puentes, no muros.

Porque un grafiti puede eliminarse con pintura, pero el odio solo se combate con empatía, justicia y memoria. Y si algo debemos comprender es que el trato al otro dice más de nosotros como sociedad que cualquier slogans. No es una moda. Es una cuestión de dignidad.

JORDI PASCUAL. Periodista

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