Miguel Aracil encuentra su sitio en La Murta

El ex futbolista del Alcoyano cuenta al detalle su duro camino hasta convertirse en el ‘stopper’ del Olímpic de Xàtiva

Miguel Aracil encuentra su sitio en La Murta
Miguel Aracil, con la camiseta del Olímpic de Xàtiva.

En el mundo del fútbol, lo más importante es dejarse ver, aprovechar oportunidades de equipos más modestos, que ofrecen jugar mayores cantidades de minutos, es una sabia decisión para avanzar futbolísticamente. Miguel “Migue” Aracil (25 años) creció jugando en las categorías inferiores del Alcoyano. Pasó las tres categorías de formación futbolística (infantil, cadete y juvenil) hasta llegar a debutar en el primer equipo.

Su debut no se produjo en una temporada cualquiera, llegó en la 2019/20, un año histórico. El Deportivo acababa de descender de categoría y necesitaba como el comer un regreso rápido a la Segunda División B (situación idéntica a la de este año). El club acumuló mucho talento y cuajó el mejor arranque ligero de su historia, ganando los cinco primeros partidos; al llegar el mes de marzo, la competición se suspendió por la pandemia y el Alcoyano de Vicente Parras ascendió directamente sin necesidad de disputar los últimos encuentros de Liga.

El ‘overbooking’ que tenía en ese momento el equipo de la moral, obligó a Miguel Aracil a salir cedido en su último año de contrato (junio de 2021), y su primer destino fue el Benigànim CF, club que le acogió con los brazos abiertos, pero que no terminó siendo una elección acertada por culpa de una gestión cochambrosa de la directiva: “En Benigànim estuve dos años; el primero la verdad es que estuvo muy bien, llegamos al Playoff de ascenso a Segunda RFEF, pero el segundo año fue algo más desastroso; los directivos abandonaron el club y nos dieron la espalda, ir allí podría decir que ha sido la peor decisión de lo que llevo de carrera futbolística”, afirma Aracil.

Tras no prolongar su contrato en el Benigànim, su siguiente destino fue el Olímpic de Xátiva (agosto de 2022), equipo en el que sí que se ha encontrado más cómodo -por ser ahora un proyecto con mayor grado de ambición- pero que, en su llegada, se encontró una vez más con un auténtico descontrol directivo, motivado por la gestión de empresarios desconocedores de la historia del equipo.

El Olímpic de Xátiva es un club histórico, llegó a competir contra el Real Madrid en la Copa del Rey 2013/14, por lo que se acerca a la relevancia del Alcoyano, que también ha tenido mucha incertidumbre por la gente que ha dirigido al equipo. En el caso del Olímpic, fue un equipo indio el que compró el club en el año 2018, por 296.000 euros. Desde ese momento, la situación del equipo ha estado marcada por las irregularidades en los mandatos empresariales qué, más que buscar el ascenso, querían la plusvalía de una futura venta, entorpeciendo el objetivo del Olímpic de ascender a Tercera.

Primero estuvo la empresa india, que acabó desapareciendo del mapa sin dar explicaciones, luego llegó otro empresario noruego, y después fue comprado por una empresa de Barcelona. Estos últimos solamente duraron dos meses, y, tras una moción de censura, el club volvió a las manos de directivos del pueblo de Xátiva y de los socios. “Los indios a día de hoy, siguen debiendo dinero; durante los mandatos de los empresarios, se prometían sueldos que no iban acorde con el estatus de la categoría, y luego llegaba final de mes y no pagaban”, desvela el futbolista.

Aracil juega de centrocampista, más concretamente de pivote defensivo; a pesar de jugar alguna vez de media punta, su fuerte es organizar el juego desde la medular y destruir el de los rivales: “Mi futbolista favorito es Sergio Busquets, siempre me ha gustado más fabricar los goles que marcarlos”, aclara.

El futbolista de Alcoy ya encarrila su cuarta temporada consecutiva en el Olímpic de Xátiva, se ha convertido en una pieza indispensable para José Rueda, su entrenador. Con vistas al futuro, Aracil tiene como objetivo prioritario ayudar a que el equipo consiga el ascenso, reto que, con el apoyo de la nueva directiva, se hace mucho más asequible, pero confiesa que siempre tendrá el teléfono con cobertura para una posible llamada del Alcoyano: “Ahora voy a afrontar mi cuarta temporada en Xàtiva, y la verdad es que me siento como en casa, mi objetivo a corto plazo es ayudar ascender al Olímpic a tercera división, que es donde mínimo deberían estar. A partir de ahí, y más a largo plazo, me gustaría mucho volver al Alcoyano. Si te llama el equipo del pueblo no puedes decir que no, es un salto bastante alto desde donde me encuentro, este año han hecho un equipo muy compensado y ahora ellos tienen el objetivo de volver a subir a Primera RFEF”, dice.

Miguel Aracil compagina su carrera futbolística con su trabajo, actualmente se encuentra en la localidad de Onil, trabajando en una tienda de ropa deportiva. Diariamente, debe establecer una ruta en coche entre Xátiva, Alcoy y Onil, para llevar a cabo todas sus labores, algo de lo que se enorgullece y que, de momento, considera su sitio: “Pensar a largo plazo siempre es algo difícil, me gustaría avanzar a nivel futbolístico, pero también a nivel profesional, y sobre todo a nivel personal, creo que esto es lo más importante; puedes tener malas rachas, pero si aguantas y aprendes de ello te acaban sirviendo para mejorar en el futuro, estoy en un buen momento”, concluye.

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