Sangre “abencerraje” en el Mundial de rugby
Claudia Cano, doble campeona de Europa con apenas 20 años, se estrenó esta semana en una Copa del Mundo absoluta frente a Irlanda

La sensación del rugby femenino valenciano tiene apellido alcoyano. Se llama Claudia, nació en Alicante, de madre madrileña pero de padre alcoyano, Manuel Cano, antiguo jugador de rugby en su etapa como estudiante de Medicina. Una afición que es la “culpable” de que su hija sea la “benjamina” de la Selección Española de Rugby XV que estos días está disputando en Inglaterra la Copa Mundial.
Un Mundial, que para Las Leonas, como son conocidas las componentes del combinado español de rugby femenino, ha sido de cambio generacional. Solo cuatro jugadoras se mantienen de la última participación mundialista de 2017 en Irlanda. Las otras 28 –la convocatoria ha sido de 32 jugadoras– eran sabia nueva. De hecho, España es la Selección más joven del Mundial con una media de 25 años y la mirada claramente puesta en la Copa del Mundo de dentro de cuatro años en Estados Unidos.
España se estrenó con un meritorio 54-8 ante Nueva Zelanda, la selección favorita con seis títulos en las últimas siete ediciones mundialistas, y tampoco pudo el domingo con Irlanda (43-27), que era el partido clave para decidir quien pasaba a la segunda fase. Una derrota que deja a España sin opciones en el choque del domingo frente a Japón.
“El partido pudo caer de cualquier lado. Estuvimos más cerca de ganarlas de lo que dice el resultado”, comenta Claudia Cano con cierta resignación desde Inglaterra, donde se recupera de un traumatismo y que le impedirán jugar contra Japón. “Metí la cabeza donde no debía en una técnica de placaje, pero estoy bien”, resume.
Claudia Cano no jugó en el debut contra Nueva Zelanda pero fue titular ante Irlanda. Su carrera dentro del Rugby XV ha sido meteórica. Hace cinco años y medio, antes del parón por el coronavirus, se desvivía por un balón de baloncesto. Desde los 7 años mirando a la canasta rival con la camiseta del Cabo Mar de Alicante.
Todo cambió a raíz de una conversación que tuvo con su padre con todas las ligas en la nevera por la pandemia. A la vuelta de la actividad decidió probar en el rugby. “Lo hice por no escuchar más a mi padre que siempre me estaba pegando la paliza”, recuerda.
Aquel cambio de hábitos resultó pura magia. Pocos meses después entró en la convocatoria de la Selección Valenciana para el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas. Era 2021 y el combinado valenciano se proclamó campeón de España sub’19 en Rugby XV y sub’16 en Rugby Seven con una novata Claudia en sus filas. Al año siguiente vino un subcampeonato en Rugby XV y un tercer puesto en Seven y en 2023 nuevo subcampeonato de Selecciones en Rugby XV y un campeonato universitario en Sevilla en 2024.
Su gran año fue 2024: segunda en el Europeo Seven sub’18, campeona de Europa absoluta en Rugby XV con España y billete para la Copa Mundial de Inglaterra 2025. Un título europeo que saboreó por segundo año consecutivo en casa, puesto que el Europeo se celebró en Torrevieja, tras derrotar en la final a Paises Bajos. A todo ello, a nivel de clubes dejaba el Akra de Alicante para fichar por el Complutense Cisneros de Madrid con el que debutó el pasado curso en División de Honor. “Llevo un año que ha sido una auténtica locura”, repasa.
Todo empezó en septiembre de 2024 con una concentración de cinco semanas en Sudáfrica para empezar a preparar la cita mundialista de este verano. Después vinieron otras cuatro semanas en Dubai para disputar la Liga Mundial con Madagascar, Fiji y Paises Bajos como rivales.
En diciembre amistoso contra Francia, en enero y febrero doble partido frente a Italia, en marzo vino la concentración para el Europeo y enfrentamientos contra Brasil y Sudáfrica. En junio otras dos semanas de concentración y en julio amistosos contra Japón e Inglaterra.
“Creo que en todo el año solo he tenido una semana de descanso. No me quejo, al contrario, estoy súper agradecida. Para mí todo esto es un regalo que me ha llovido del cielo. Es lo máximo a lo que puedo aspirar en mi deporte. Todo con 20 años y siendo una recién llegada como quien dice, porque tengo compañeras que llevan toda la vida preparándose. Cuando me llamaron de la Selección no me lo creía. Igual cuando pase un tiempo asumiré todo lo que me ha pasado en tan poco tiempo”, explica Claudia Cano, que de cara a 2026 tiene la intención de levantar el pie del acelerador de su vida. “Quiero centrarme en mi carrera de medicina. Necesito pasar a tercero con los créditos aprobados. Es mucho estrés acumulado y necesito parar un tiempo”, confiesa.
Abencerraje de cuna, esa vorágine que fue el último año le obligó a perderse las últimas fiestas de Moros y Cristianos por primera vez en su vida. “Me subía por las paredes. Ese día tuve partido”, comenta. En 2024 fue una de las Damas en el boato de su tío Francisco Cano, Alférez Moro. “Alcoy es muy especial para mí no solo por los Moros y Cristianos. También sus Navidades y muchos recuerdos que guardo desde que era una niña”, concluye.