Liga Comarcal: el gigante del deporte local

Además de organizar las ligas locales de FS, F7 Veteranos, F11 y F7 de Fbi con un movimiento de 1.500 jugadores, sus árbitros dirigen los Jocs Esportius, Trofeu Filaes, Esport en 3D y torneos en toda la comarca

Liga Comarcal: el gigante del deporte local

Son desde hace unos años el nuevo gigante del deporte local. Se calcula que manejan alrededor de 1.500 licencias y organizan hasta cuatro ligas. Además de la Liga Comarcal de fútbol sala, que fue el germen de todo hace doce años, se han ido incorporando a su organigrana el fútbol 7 de veteranos, la centenaria liga de fútbol local y el fútbol 7 de la vecina Ibi.

A su vez, sus tentáculos van todavía más allá y su colectivo de medio centenar de árbitros está presente en casi todos los torneos y ligas que se celebran en nuestros alrededores, bien sean competiciones locales, torneos de veranos y hasta de campeonatos escolares como puedan ser los Jocs Esportius.

A sus árbitros se les puede ver dirigiendo partidos de competiciones tan dispares como el Trofeu Filaes, Esport en 3D, Sol a Sol de Muro, 24 Horas de Cocentaina, Relámpago o Terreta League. O en poblaciones tan distanciadas geográficamente como Castalla, Agres, Albaida, Benixama, Canals, Ontinyent o Montaverner, por citar solo unas pocas.

Todo comenzó en 2013. En aquellos tiempos había un sector dentro del fútbol sala local disconforme con el trato y los precios que aplicaba la FVF a su competición doméstica. Aquello terminó por generar un grupo de disidentes encabezados por Raimundo Correcher, toda una institución del arbitraje local, que lideró aquel movimiento reaccionario que acabó creando su propia liga.

Muchos fueron los que auguraron que no iba a tener demasiado recorrido, pero lo cierto es que la idea terminó cuajando desde un primer momento y su repercusión cambió para siempre la organización de las ligas locales en nuestra ciudad, siendo además la puntilla que terminó por desestabilizar al gigante de aquella época, la delegación de Alcoy de la FVF, que pocos años después echó el cierre definitivo, rompiendo una vinculación que databa de 1975.

Rápido crecimiento

Fueron 15 equipos que terminaron siendo 34, los que configuraron aquella primera liga celebrada en 2013 bajo las siglas de Asociación Cultural Arbifutbol, que fue la denominación que se escogió para poner en marcha la primera liga paralela a la FVF.

Al año siguiente, la competición aumentó en diez equipos más y se fue a los 44. En 2015, la cifra se disparó hasta los 59 y se tocó techó en 2019 al alcanzar los 65 clubes inscritos.

Dos años antes, la liga hubo de actualizar estatutos y denominación, pasando a llamarse Grupo de Recreación Deportiva FS Barranc del Cint. Ese año, además, los seis equipos que quedaban en la liga de Cocentaina se incorporaban a la competición y ese carácter comarcal fue el detonante para que la liga adquiriera ese nombre definitivo de Liga Comarcal de Fútbol Sala, como es popularmente conocida.

En 2020 fue el colectivo del fútbol 7 de veteranos quien decidió seguir en bloque los pasos que siete años antes habían dado los equipos de fútbol sala y abandonaban la delegación de Alcoy de la FVF. Quedaba otro golpe, este directo a los sentimientos del colectivo, puesto que en 2021 fue la centenaria liga de fútbol local quien decidía abandonar la Federación. El último trasvase se produjo en 2023, cuando una liga local de fútbol 7 de Ibi que se tambaleaba, decidió ser absorbida por la Liga Comarcal y de un curso a otro duplicó el número de equipos, pasando de 14 a 23.

Nueva temporada

El pasado fin de semana, la Liga Comarcal puso en marcha una nueva temporada. En la tarde-noche fue el turno del fútbol 7 de veteranos y el sábado quien alzó el telón fue el fútbol sala. Los números de la temporada 2025/26 vuelven a ser otra vez importantes: 57 equipos en la liga de fútbol sala, 18 en fútbol 7 de veteranos, 7 en fútbol 11 y 23 en la liga de fútbol 7 de Ibi. En total 105 equipos y un movimiento de alrededor de 1.500 fichas.

Cambios libres en fútbol

Al frente de la Liga Comarcal se encuentra Pablo Crespo. Fue uno de los que lideró aquella escisión de 2013 y cuatro años después tomó el mando de la organización.

Uno de los éxitos de la Liga Comarcal es la libre circulación de fichas. Son muchos los jugadores que alternan dos ligas a la vez y al menos hay una decena que tiene licencia en las tres competiciones. “La Liga Comarcal está en un buen momento y crecer más es complicado. El listón está en torno al centenar de equipos. El problema lo tenemos en el fútbol local. La liga regional y el fútbol 7 ha hecho mucho daño. Hicimos el intento pero no acabó cuajando de reducir los tiempos de los partidos porque a la gente le cuesta perder dos o tres horas y con una hora o hora y media tiene bastante. Para esta temporada como novedad hemos introducido cambios libres para que así todos puedan tener las mismas oportunidades”, adelanta.

La joya de la corona sigue siendo la Liga Comarcal de fútbol sala. La temporada pasada se vivió uno de los cursos más apasionantes con el título en División de Honor decidido por diferencia de goles.

Cuando hay un campeonato así, suele acaparar muchos focos, no solo los de la propia liga, los clubes de los alrededores ponen su radar en busca de ese talento desconocido para completar sus plantillas. Pasó en la última temporada y ha sucedido en otras campañas que la Liga Comarcal ha sido una especie de escaparate para nutrir de jugadores a clubes como el Serelles, Ye Faky, Ibi o Castalla.