Vecinos de la zona Trencacaps denuncian abandono municipal y riesgos ambientales
Alertan del vertido de escombros procedentes de una obra cercana, falta de mantenimiento de solares municipales y peligro de incendio

Los problemas en Trencacaps no son nuevos. Ya en 2019, los vecinos alertaban de la creación de un vertedero junto al campo de fútbol del Collao y a las instalaciones de ACIF. Según publicaba entonces El Nostre Ciutat, camiones cargados de tierra procedente de obras depositaban los restos en terrenos municipales catalogados como zona urbana. La acumulación de escombros alcanzaba montículos de hasta cinco metros de altura y cubría parcialmente un camino peatonal que conecta con El Romeral. Pese a las quejas, el Ayuntamiento aseguró en su momento que se trataba de una medida provisional.
Seis años después, los vecinos consideran que la situación ha empeorado. Diego Monllor y Francisco Agudo, dos de los afectados, denuncian que el área sigue siendo un foco de problemas. “No nos tienen en cuenta”, afirma Monllor, quien asegura haber remitido numerosos escritos al consistorio sin obtener respuesta. “Nos exigen mantener limpios nuestros terrenos particulares, pero ellos no hacen lo mismo con los solares municipales”.
El pasado verano, un incendio junto a El Romeral alcanzó estos terrenos, afectando al arbolado y generando alarma entre los residentes. “Los bancales están secos y llenos de vegetación sin limpiar. Es un polvorín”, subraya Monllor.
A los riesgos por falta de mantenimiento se suman los vertidos procedentes de las obras del acceso oeste, en la carretera de Banyeres. Según denuncian, camiones descargan de manera continua tierra y escombros, incluso en el aparcamiento de la pista de BMX situada frente a sus viviendas. “El ruido empieza a primera hora de la mañana y los caminos se están destrozando con el tránsito de vehículos pesados”, apunta.
Los residentes también señalan el almacenamiento de estiércol en solares cercanos, utilizado por brigadas municipales de parques y jardines. “Además del olor, suponen un riesgo añadido”, lamentan.
Preguntadas por la postura del Ayuntamiento, fuentes municipales aseguran respecto al material de obra almacenado en dichos terrenos, que será la propia empresa la que se encargue de eliminar los vertidos antes de finalizar el proyecto. Y sobre el mantenimiento de los solares, reconocen preocupación por el riesgo de incendio y se comprometen a llevar a cabo las medidas oportunas.
Con todo, los vecinos reconocen que los terrenos afectados son de titularidad municipal, pero insisten en que eso no les priva de derecho a protestar. “Hacen y deshacen a su antojo, pero nosotros al menos tenemos derecho al pataleo”, concluyen.