La Glorieta hierve entre aromas de toda la vida

La filà Benimerines se hace con el premio del Concurso de Olleta

La Glorieta hierve entre aromas de toda la vida
Una de las ollas en las que se prepara el plato festero por excelencia.

La Glorieta hierve entre aromas de toda la vida. Este sábado por la mañana, el céntrico jardín alcoyano con aromas de toda la vida, fuego de leña y risas. Lo ha hecho para celebrar el Concurso de Olleta del Mig Any de Alcoy 2025, acto que inaugura las celebraciones que marcan el ecuador en la espera de La Festa. El evento, que cada año aglomera a centenares de personas en el parque de La Glorieta, ha vuelto a llenar el espacio de vecinos y vecinas con ansia de Moros y Cristianos para disfrutar de uno de los platos míticos de la tradición alcoyana.

El reparto de los ingredientes, como cada año, ha corrido a cargo de la Asociación de San Jorge, que se asegura así que todas las filaes jueguen en igualdad de condiciones. Poco a poco, el parque ha ido llenándose de gente, tanto por fuera como por dentro de las carpas. Con olor a humo y fiesta, el concurso ha durado hasta las 14 hora, cuando el jurado ha dado su veredicto.


La ganadora ha sido la Filà Benimerines, que se ha alzado con el primer premio de esta edición 2025. El segundo puesto lo ha ocupado la Filà Tomasinas, también con una muy buena valoración. Los vencedores, emocionados, han recogido el premio desde el escenario del Templete mientras el público, mayoritariamente festeros y vecinos, ha seguido disfrutando del Mig Any sin dejar prácticamente ninguna silla vacía. La asistencia es ya marca de la casa: el año pasado también La Glorieta se llenó hasta los topes para la edición 51. Después de medio año esperando, es evidente que los alcoyanos tienen ganas de fiesta.

No obstante, el acto no es solo comida y competición: es hermandad entre filaes, fuegos en la calle, risas mientras arde la leña y susurros sobre la fórmula secreta de la olleta. Es un preludio de las tropas que marcharán en seis meses por la ciudad. Un ambiente de pueblo que se pone de fiesta y se lanza a la histórica plaza del jardín. Como comenta uno de los cocineros participantes: “La olleta no tiene ningún secreto. Es toda la ilusión que le pones y todo lo que le echas y ya está”. Otros son más románticos: “El secreto de la olleta es la amistad y que alguien te explique cómo hacerla. Además, un poquito de amor”. Es muy importante también la ilusión con la que se monta todo para ofrecer a Alcoy un buen inicio de Mig Any: “Llevamos desde anoche montando carpas, mesas, cámaras, sillas… La verdad es que es mucho trabajo, pero lo hacemos muy a gusto”, explica uno de los participantes.

La tradicional olleta alcoyana (y sus variantes próximas) tiene raíces profundas en la provincia de Alicante y, en concreto, en el territorio de Alcoy. Los ingredientes clave suelen incluir judía blanca remojada, costilla de cerdo, pencas u otras verduras de temporada y algún embutido. La preparación tradicional recomienda empezar con agua fría, añadir la carne y las verduras y dejar que el tiempo haga su trabajo, porque un buen plato como este necesita paciencia.

Al fin y al cabo, este concurso es una excusa perfecta para reencontrarse, para recordar que la fiesta no son solo desfiles y pólvora: también es la mesa compartida, la risa alrededor del fuego y el sabor de una tradición que crece año tras año. Además, porque es el Mig Any: esta cita marca que faltan unos seis meses para las grandes entradas y batallas de La Nostra Festa. Y eso, también, ha llenado todavía más de emoción el jardín de La Glorieta.

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