Batallas perdidas
Basta con dar un paseo por Alcoy para comprobar que las calles están llenas de pequeñas batallas perdidas por la suciedad.
Excrementos de perro, no hay farola que no esté impregnada de orines, con el hedor que ello produce, chicles tatuados en las aceras, colillas que corretean como hojas de otoño por las calles y parques. Pequeños negocios que conlleva el saqueo de los depósitos de ropa usada, siendo tirada por los suelos aquella que no les sirve para sus trapicheos o uso.
Escasez de contenedores de basura que provoca que la gente deje sus bolsas fuera de estos, provocando a insectos y roedores. Cajas de cartón dejadas al lado del contenedor y hace que con un leve soplo de viento salgan volando o que chavales las cojan para jugar, pocos son los que emplean un poquito de su tiempo en deshacer las cajas y dejarlas en su sitio. Muchos se piensan que los contenedores están para que sus “peluditos” hagan ahí sus necesidades. Debería haber una brigada de limpieza sólo para limpiar todos los rincones donde están situados los contenedores, levantarlos y lavar bien por abajo. En muchas ocasiones veo como pasa la máquina de agua por las aceras y la intención es buena sin embargo lo único que hace es mover la roña de un lado a otro. Otros vecinos parece que no saben que hay un servicio de recogida de enseres que no queremos y lo que hacen es dejar en la calle, colchones, muebles, el televisor..
Algunas personas, sobre todo los más jóvenes y niños que delante de los ojos de sus padres que no hacen nada, tiran papeles, bolsas de snacks, latas y si no las montañas de cascaras de pipas en parques y delante de los bancos donde la gente se sienta a pasar el rato. En eso da vergüenza ver la edad de quienes tiran las cáscaras ya que muchos de ellos ya tienen la mili hecha y ellas ya pasean con sus nietos.
Lo de los excrementos de perros. Ya clama al cielo, aparte del olor y la gran posibilidad de que sean arrastrados por tus zapatos, parece que nadie piensa en niños, con aquellos que van en sus sillas de ruedas o carros de bebés.
Es una grave falta de civismo, escasos controles, sanciones no visibles, falta de zonas caninas, más contenedores, limpieza insuficiente así como medios para tal limpieza. Además de falta de lavabos portátiles para fines de semana y días de fiesta, ya que en muchos casos los animales de dos patas también tienen necesidades y se ven abocados a hacerlo en cualquier rincón.
Todo esto produce una mala imagen para la ciudad, para el turismo que se intenta atraer, una degradación para barrios, riesgos higiénicos y una sensación de dejadez. Se podrían hacer campañas cívicas con carteles en castellano y valenciano, en catalán lo dejaremos para otras comunidades , charlas de educación y concienciación en colegios, multas reales y visibles.
En fin, que entre todos Alcoy puede brillar, la limpieza no empieza con las recogidas de basura, sino en cada uno de nosotros, nuestra ciudad es demasiado histórica y bella, como para verse ensombrecida por la dejadez de nosotros mismos.
Eclesiastés 10:1 «Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura al que es estimado como sabio y honorable»
Basta con pequeños actos incívicos, como tirar una colilla o no recoger un excremento, para echar a perder la imagen de toda una ciudad.