“Lo que defiendo en Les Corts o en la TV, es lo que creo, nadie me lo ha pedido”

Entrevista a Fernando Pastor, Síndic del Partido Popular en Les Corts

“Lo que defiendo en Les Corts o en la TV, es lo que creo, nadie me lo ha pedido”
Pastor, amigo personal de Mazón, denuncia que el ya expresident es objeto de una “cacería”.| ALDEMAR

Tras asumir por sorpresa la portavocía del grupo popular en Les Corts, el dirigente alcoyano, Fernando Pastor, repasa un año político que califica de “montaña rusa”, reivindica su libertad de criterio en debates tan expuestos como la comisión de investigación de la DANA y analiza el proceso que ha llevado a Juanfran Pérez Llorca a la presidencia de la Generalitat. Además, reflexiona sobre su papel en un momento clave para el PP valenciano y sobre cómo puede contribuir, desde Valencia, a los intereses de Alcoy.

– ¿Cómo recibió la noticia de su nombramiento como nuevo síndic del PP en Les Corts?
– Totalmente inesperada, fue una decisión unipersonal del anterior síndic, hoy presidente de la Generalitat, y estando yo un viernes por la tarde en casa, me llama por teléfono. Me hizo una primera insinuación en la que yo no entendía lo que me estaba diciendo y continuaba hablando de mis cosas, fue cuando me paró y me dijo: no sé si me has oído… Y es que claro, no lo esperaba, te lo digo completamente en serio, pese al tiempo que llevo en política, ni me había pasado por la cabeza. Pero enseguida le dije que adelante y que con toda la responsabilidad, lo iba a tomar como un reto personal y me iba a dejar la piel.

– ¿Qué significa para usted que este cargo recaiga en un alcoyano y qué lectura cree que debe hacer la ciudad de este reconocimiento político?
– Yo siempre he creído que cuantos más alcoyanos haya repartidos por ahí y en puestos de responsabilidad y en sitios donde puedan influir de alguna manera en beneficio de su querido Alcoy, siempre será bueno. Pero no solo en el mundo de la política, ojo, en cualquier campo en el que se pueda aportar algo.

– Su designación llega en pleno movimiento político derivado de la candidatura de Pérez Llorca, ahora ya investido presidente ¿Cómo valora este cambio de liderazgo en el partido y en la Generalitat?
– El PP hemos pasado nuestro peor año en clave Comunidad Valenciana desde el 29 de octubre de 2024. Pero ha dimitido el presidente de la Generalitat, que no es cualquier cosa, y hemos sido capaces de, en un tiempo récord –sin numeritos, ni grandes titulares–, hacer una muy buena transición. Hace apenas una semana y pocos días, conseguíamos tener un presidente de la Generalitat del mismo partido, sin nada que distorsione. Eso es para quitarse el sombrero. Y ha sido así cómo se ha visto: sin trampa ni cartón, en base a un pacto no escrito, es decir, no había un documento escrito que avalase la voluntad de Vox y PP para llegar a esa mayoría parlamentaria. Sino que ha sido con luz y taquígrafos, de forma pública. Se bautizó como el Pacto de Les Corts porque es allí donde se escenificó como un candidato exponía su programa de gobierno y la otra parte, Vox, matizó o enmendó algunos de esos planteamientos. Es decir, se debatió en público en sede parlamentaria y después se votó, obteniendo la mayoría necesaria. Eso es una machada, yo no lo he visto nunca en política. Y no hay, por tanto, manos atadas: Pérez Llorca fue presidente porque así se decidió en ese Pleno, ni más ni menos.

– Habla de annus horribilis para el PP valenciano a partir del 29-O, ¿cómo lo ha vivido usted?
– Ha sido como una montaña rusa. Veníamos de una época, hay que reconocerlo, en que se habían hecho cosas importantísimas, ni más ni menos que cumplir el mandato electoral al que nos habíamos comprometido ante los ciudadanos: bajada y eliminación de impuestos, reducción de las listas de espera, de dependencia, se había creado la gratuidad de la educación de 0 a 3 años, la libertad educativa en cuanto a la elección de lengua, se habían dado pasos importantes en materia de vivienda…, en definitiva, veníamos de un año en el que, según las encuestas, a día 9 de octubre de 2024, estábamos a solo un escaño de la mayoría absoluta. Y veinte días después, caemos a dónde hemos estado un año. Me preguntas cómo lo he vivido y, obviamente, con sobresaltos, con tensión, con preocupación, muchas veces con impotencia, sobre todo de ver cosas que estaban pasando que no trascendían, ni aunque las contases. Y más aún como miembro de la comisión de investigación de la DANA, donde te enteras de cosas de lo qué pasó ese día, pero también de lo que no pasó en días anteriores, que es casi tan importante o más, y lo de después.

– Precisamente, su papel en la comisión de investigación sobre la DANA le ha dado una visibilidad adicional. ¿Cree que ha sido más importante su trabajo real o la necesidad del partido de reforzar un relato político en un tema delicado?
– No me gusta hablar de relato, porque me parece que los relatos los hacen los guionistas, y yo cuando he defendido en Les Corts, o en la comisión, en un medio de comunicación, en la tele, o donde sea, mil cosas que he defendido, es porque me las creo, no porque me ha dicho nadie lo que tengo que hacer: esto no funciona así, tenemos libertad. Por eso, cuando yo decía que la Confederación Hidrográfica del Júcar no avisó al responsable en la materia de la competencia de lo que pasó en el Barranco del Poyo, que no informó al CECOPI, que era el órgano que podía tomar decisiones al respecto, no es que me lo invente o sea un relato, es que fue así. ¿Qué eso se ha visto compensado? Pues no lo sé. Es cierto que donde yo he estado este año, la exposición era muy alta, constante, y cuando uno está expuesto, la verdad es que puede recibir más o menos cornadas y en base a eso, hacer un mejor o peor trabajo. Pero no soy yo quién para juzgar eso.

– ¿Y qué opina de las últimas declaraciones de la ex consellera Salomé Pradas y de todas las contradicciones de Carlos Mazón en este tiempo?
– Para mí, en este año, Carlos Mazón ha dado tres pasos clave: primero reconocer errores, después pedir perdón por ello y, en tercer lugar, dimitir como presidente de la Generalitat un año después, que, de alguna manera, es como agotar la responsabilidad política que puede haber en su cargo. Hubo un fallo en la gestión de la emergencia, no de la Generalitat, sino por parte de todas las administraciones implicadas en la materia. De momento, hay un responsable que ya no está porque ha reconocido errores, ha pedido perdón y ha dimitido; pero hay otros actores principales en la responsabilidad de la gestión de aquel día, de los anteriores y de los posteriores, que siguen ahí. No han dado ni siquiera el primero de los pasos. Es bastante ingenuo, por no decir infantil, pensar que toda y la única responsabilidad política que hubo está en la figura del president de la Generalitat. Creo que eso es un insulto a la inteligencia de las personas.

– Usted es amigo personal de Mazón. ¿Cómo se encuentra él después de todo este terremoto político y mediático?
– Obviamente, en estos momentos no está contento, pero está con fuerzas y con ganas de, cuánto antes, solucionar todos y cada uno de los temas pendientes. Porque, además, hay que reconocer que no se ha visto nunca la cacería que se está haciendo con Carlos Mazón. Yo llevo mucho tiempo en política, pero en realidad con él, lo que se está haciendo no es político, sino personal en la figura de Carlos Mazón. Y no voy a renunciar a su amistad en un medio de comunicación porque ahora se tenga que hablar mal públicamente de Mazón.

>>Puede leer la entrevista completa en El Nostre del 12 de diciembre.

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