La obra de Joan Cantó consolida un nuevo modelo de casco antiguo

El Ayuntamiento está a punto de culminar una actuación clave para mejorar la accesibilidad y la calidad urbana en pleno centro histórico, apostando por la prioridad peatonal y una imagen homogénea del espacio público

La obra de Joan Cantó consolida un nuevo modelo de casco antiguo
La pasada semana se estuvieron acometiendo los últimos trabajos en la calle del Conservatorio.

Las obras de repavimentación de la calle Joan Cantó y su entorno encaran su fase final tras varios meses de intervención en uno de los ámbitos más representativos del casco antiguo de Alcoy. El alcalde, Toni Francés, acompañado por la concejal de Urbanismo, Vanessa Moltó, y personal técnico del Departamento de Arquitectura del Ayuntamiento de Alcoy, visitó la pasada semana los trabajos coincidiendo con la repavimentación de la calle Diego Fernando Montañés, uno de los últimos tramos pendientes de ejecución.

La actuación permitirá culminar una importante transformación urbana en este céntrico enclave, alineada con un modelo de ciudad más accesible, amable y pensada para las personas. El proyecto ha convertido las calles Joan Cantó, Bartolomé J. Gallardo y Diego Fernando Montañés en viales de plataforma única, eliminando la separación tradicional entre acera y calzada y favoreciendo una movilidad más cómoda y segura, especialmente para peatones y personas con movilidad reducida.

Durante la visita, el alcalde destacó que la intervención “supone un paso más en la transformación del casco antiguo hacia un espacio público de mayor calidad, pensado para las personas, donde se gana en accesibilidad, confort y coherencia urbana”. Francés subrayó que la obra va más allá de una simple renovación de pavimentos y responde a una visión global del espacio público: “Se trata de construir una imagen de ciudad más ordenada y reconocible, con calles que invitan a pasear, a quedarse y a disfrutar del entorno”.

El nuevo pavimento, ejecutado en granito de diferentes formatos y tonalidades, aporta continuidad visual y una mayor durabilidad, al tiempo que respeta el carácter histórico del entorno. Esta elección de materiales busca reforzar la identidad urbana del casco antiguo y garantizar una solución resistente al uso intensivo y al paso del tiempo. Además, en los tramos donde ha sido técnicamente viable, se han incorporado elementos de mobiliario urbano y arbolado de pequeño porte, contribuyendo a humanizar el espacio y mejorar la experiencia diaria tanto de vecinos como de visitantes. Conviene recordar que la zona es muy frecuentada por familias y jóvenes, ya que se encuentra en las inmediaciones de un colegio, el campus universitario y los conservatorios de música y danza.

Desde el consistorio se destaca que este tipo de actuaciones no solo tienen un impacto estético, sino también social y económico. “Estas obras ayudan a reforzar una identidad urbanística homogénea en el casco antiguo, pero también a generar espacios más atractivos y amables, que favorecen la vida social, el comercio de proximidad y el disfrute del espacio público por parte de la ciudadanía”, señaló Francés.

La intervención se enmarca en la estrategia municipal de regeneración urbana y fomento de la movilidad sostenible, cuyo objetivo es reducir el protagonismo del tráfico rodado y avanzar hacia una ciudad más habitable y cohesionada. En este sentido, la prioridad peatonal y la mejora de la accesibilidad se consolidan como ejes fundamentales del modelo urbano que impulsa el Ayuntamiento.

Cerca de medio millón de inversión
Las obras fueron adjudicadas por un importe superior a 470.000 euros y están siendo ejecutadas por la empresa Pavasal. Cabe señalar que forman parte del programa de ayudas para municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano, en una actuación que cuenta con el apoyo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea.

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