Alcoy habla catalán, según el alcalde
A veces los políticos consiguen en una frase lo que no logran en toda una legislatura; encender a medio pueblo. Eso ha conseguido el alcalde de Alcoy, Toni Francés, al declarar de manera contundente una atrevida afirmación y muy torpe socialmente, dicha de tal manera del que cree que está diciendo algo obvio, cuando en realidad está removiendo siglos de identidad y orgullo. En Alcoy, así como en toda la comunidad, las palabras no son tan solo palabras ya que se puede compartir la gramática pero no los sentimientos. Es como si a la paella dijéramos que es arroz con cosas, que puede que no sea en realidad algo falso pero que suena a provocación. El alcalde, fiel a la línea de discurso de separación del actual gobierno socialista parece haber confundido la universidad con el sentimiento del ciudadano. Posiblemente puede tener una base filológica, sin embargo carece de sentido político y de tener poco tacto.
Es curioso como el señor Francés se empeña en convencernos de que hablamos catalán, buena parte de alcoyanos se esfuerzan en algo más práctico, que no se pierda el valenciano. Sería mucho mejor que esa energía que utiliza se canalizase para la normalización y no para la confusión. Con esas declaraciones llueve sobre mojado, tras la actuación de Xavi Castillo, en el acto institucional del 9 d’Octubre de hace un par de años. El alcoyano, conocido por su humor corrosivo, decidió para tal fiesta, pagada por todos los alcoyanos, burlarse de nosotros, con imitaciones, burlas, personajes estrafalarios, cachondeo con gente ya fallecida y para variar con blasfemias y burlas de aquello que suena a cristiano. La sátira tiene su función pero también sus límites. La ironía puede ser un arma para pensar o para apedrear. Más de uno salió con la sensación de haber sido el blanco en vez de espectador. Cuando el chiste divide deja de ser gracioso. Entre el alcalde que nos dice que hablamos catalán y el humorista que se mofó hace dos años de nuestras tradiciones, se ha acabado con la paciencia de muchos en una fiesta que tenía que haber sido un orgullo de nuestra identidad como pueblo. Todo esto podría ser tan sólo una anécdota si no formara parte de la torpeza política del partido que nos gobierna. Decir lo que no toca, en el lugar que no corresponde, parece ser la marca del partido y aunque solo escucho quejas por donde voy, esas quejas deberian reflejarse en los resultados de las próximas elecciones.
Mientras tanto, nosotros hablamos valenciano o el alcoià, como lo hemos hecho toda la vida, sin complejos y con orgullo.
Hace unos años se decía “ara parla Francés”. Ahora y de manera mucho más sería nos dicen “parlem català”. Por mucho que Alcoy hable catalán, según el alcalde, aquí continuamos y continuaremos hablando el idioma que nos enseñaron nuestros padres y nuestros abuelos. Así como nuestros antepasados.