Alcoy inicia los actos en honor a la Virgen de los Lirios por el día de su festividad
La celebración se traslada de nuevo al núcleo urbano por el alto riesgo de incendios en la Font Roja
Fieles y devotos se congregaron ayer para mostrar su devoción a la patrona de Alcoy, la Virgen de los Lirios, en el inicio de los actos con los que se le rinde homenaje cada año en la ciudad. Pese a la lluvia de la tarde, la parroquia de San Mauro y San Francisco se llenó de seguidores de la patrona. El reloj marcaba alrededor de las 19 horas cuando comenzó el primero de los actos: el Rezo de la Sabatina y la Solemne Eucaristía presidida por el obispo de Lleida, Salvador Giménez.
Este año Alcoy celebra el 372 aniversario del hallazgo milagroso de los Lirios en el Carrascal de la Font Roja con una programación que comenzó ayer y que vivirá sus días grandes en septiembre, para culminar el domingo 21, con la tradicional Romería.
De nuevo, la celebración de la festividad de la Virgen de los Lirios se trasladó al núcleo urbano debido al alto riesgo de incendio que hay en este periodo del año, acogiendo así San Mauro y San Francisco a todos los devotos de la patrona en una cita en la que todos los presentes mostraron sus respetos a la Virgen.
La decisión de trasladar la festividad se conoció durante esta misma semana, y desde el Ayuntamiento se explicaba que, como se hace habitualmente, se solicitó un informe a la Generalitat Valenciana para los actos de la Virgen de los Lirios. Pese a no haber un dictamen desfavorable, se detalla que desde la conselleria se recomendaba no hacer los actos en la Font Roja, tanto por el riesgo de incendio –tal y como se está comprobando a nivel general de todo el territorio español– como también por la propia configuración de la zona, la cual cuenta con un único acceso y está rodeada de masa forestal. Se considera que la concentración de asistentes puede generar una situación de elevado riesgo.
Precisamente sobre este hecho habló Salvador Giménez, quien dedicó unas sentidas palabras de cariño a la Font Roja y lamentó que la celebración no se pudiese hacer allí, pero afirmó que hay que aceptar las circunstancias.
Relacionado con esa decisión, el obispo de Lleida pidió a los presentes tener un «recuerdo y una oración» para las personas que están sufriendo los incendios en distintos puntos de España, y también para aquellos que «están ayudando» en su extinción. Al finalizar, la celebración se trasladó a La Glorieta, con una pequeña procesión con la imagen y después una cena de sobaquillo.
