Concienciar al guarro

El Ayuntamiento ha anunciado campañas de información y concienciación para que los propietarios de mascotas cumplan con sus obligaciones, recojan los excrementos de sus perros y una vez recogidos los depositen en contenedores o papeleras, así como que sean capaces de conseguir que los perros no orinen en fachadas ni mobiliario urbano y, si esto sucede, que limpien lo ensuciado.

Por supuesto que aplaudo las campañas informativas y de concienciación en varios ámbitos. A todos nos viene bien que nos recuerden la importancia de un consumo coherente de agua, como también considero necesarias esas acciones que invitan a dejar el coche aparcado y a utilizar el autobús urbano. Sabemos que no hay que derrochar agua y que ir en autobús es más sostenible que hacerlo cada uno en su coche, pero que nos llamen la atención y nos lo recuerden siempre es oportuno.

Pero me pregunto si quienes jamás recogen los excrementos de su perro harán caso de que desde el Ayuntamiento, o desde el Observatorio para la defensa de los animales que se ha constituido, se les diga que la caca no se deja en la acera, ni en la calzada, ni en los parques… No se trata de refrescarle la memoria pues no es algo que se olvide, sino que lo hacen plenamente conscientes, por lo que será fundamental basar las campañas en este tipo de personas, que no saben vivir en sociedad y a quienes posiblemente todo les dé igual. Ojala los esfuerzos den resultado y en un año los incívicos hayan cambiado sus hábitos, pues todos saldremos ganando, pero la batalla va a ser dura. Y en el proceso, no estaría de más que los incumplimientos picaran al bolsillo de los guarros.

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