Correos funciona con la mitad de plantilla y acumula retrasos en Alcoy y Cocentaina
Comerciantes de Zona Nord denuncian que el cartero pasa una vez por semana, ejemplo del colapso que sufre una oficina que operaba hasta la semana pasada con 16 de los 34 trabajadores previstos
			 El servicio postal en Alcoy se encuentra al límite. La oficina local de Correos, que debería contar con una plantilla de 34 trabajadores, funciona actualmente con solo 20 empleados, incluidos cuatro refuerzos temporales contratados en los últimos días, hasta el 1 de diciembre. La falta de personal ha provocado retrasos generalizados en la entrega de correspondencia, con miles de cartas y notificaciones acumuladas en las dependencias de la empresa y barrios donde el cartero pasa apenas una vez por semana.
El caso más visible es el de la Zona Nord, donde varios vecinos y comerciantes —especialmente en calles como Ausiàs March— han denunciado que llevan semanas sin recibir correo. “El cartero solo viene una vez a la semana y a veces ni eso”, lamenta una afectada. Su testimonio refleja una situación que, según los sindicatos, afecta a toda la ciudad y se repite periódicamente desde hace años.
El responsable provincial del sector postal de UGT, José Luis Rico, confirma la denuncia y señala que el problema se concentra en el área Alcoy–Cocentaina, mientras que en las zonas rurales dependientes de la oficina —Benilloba, Penàguila, Benifallim, la Vall de Seta, Milleneta, Gorga y Benasau— el reparto sí se mantiene al día. “Hasta la semana pasada, en la Zona Nord solo había dos carteros de los seis asignados. Ahora son cuatro, pero sigue siendo insuficiente”, explica.
Rico atribuye esta situación a un déficit estructural de personal que afecta no solo a Alcoy, sino a toda la provincia de Alicante. “Tenemos un déficit galopante de trabajadores. No se cubren las jubilaciones ni las bajas de larga duración y no hay nuevas contrataciones”, denuncia.
En la práctica, esta carencia ha generado acumulaciones de trabajo difíciles de absorber. La semana pasada había 4.500 notificaciones sin repartir, además de 14.000 cartas ordinarias esperando en las oficinas. Con las recientes contrataciones temporales, las notificaciones pendientes se han reducido a unas 800, pero el volumen de correspondencia sigue siendo elevado.
“Quien está pagando las consecuencias es el ciudadano”, afirma Rico. “Los carteros están trabajando por encima de sus posibilidades. Llevamos tiempo reclamando refuerzos estables, no soluciones temporales ni horas extra”.
La falta de personal en la oficina de Alcoy no es un problema nuevo. En febrero de este año, los trabajadores ya se concentraron ante las puertas del edificio para exigir más contrataciones. Entonces, UGT alertaba de que apenas 17 carteros cubrían el turno de mañana de una plantilla de 32, con grandes retrasos en notificaciones y correspondencia ordinaria.
El pasado 7 de octubre, el sindicato CSIF denunciaba un nuevo episodio de colapso: 35.000 envíos sin repartir, de los cuales 15.000 eran notificaciones urgentes. Según el delegado sindical Alejandro Ortega, la oficina estaba funcionando con “la mitad de su plantilla estructural” debido a bajas, vacaciones y jubilaciones no cubiertas, lo que generaba “una carga de trabajo inasumible y un deterioro en la salud del personal”.
En la actualidad, los retrasos se extienden a toda la ciudad, aunque con distinta intensidad según el barrio. Cuando se acumulan demasiados envíos en una zona, la dirección traslada carteros de otros puntos para intentar normalizar el reparto, explica UGT. “Es una solución de emergencia, pero no arregla el fondo del problema: el déficit de plantilla sigue siendo el mismo”, subraya Rico.
“Tengo notificaciones que han llegado con semanas de retraso”, comenta una comerciante de la calle Ausiàs March. Retrasos que no solo generan molestias cotidianas, sino que pueden acarrear consecuencias legales y administrativas, ya que muchas notificaciones incluyen trámites bancarios o citaciones oficiales que vencen antes de ser entregadas.
Aunque las últimas incorporaciones han permitido reducir parte del retraso, el sindicato teme que la situación vuelva a complicarse en las próximas semanas. “Si ahora estamos al límite, en Navidad puede ser un caos”, advierte Rico. Conviene recordar que durante esas fechas, el volumen de correspondencia y paquetería se multiplica, lo que podría saturar de nuevo la oficina.
“Si la situación continúa así, tendremos que volver a movilizarnos y salir a la calle a protestar por la falta de personal”, afirma el representante sindical. Los sindicatos ya han advertido que, sin contrataciones estables, el problema se repetirá una y otra vez.