Crónica de una ruptura anunciada

Algunos expertos afirman que el mes de agosto suele ser una de las fechas en las que se producen más divorcios entre las parejas por aquello de la vuelta a la rutina tras haber dejado atrás las vacaciones. En Muro ha sucedido todo lo contrario y desde el Grupo Municipal de Compromís no han querido esperar a tanto y han aprovechado las ascuas del fuego purificador de San Juan para romper la escasa relación que les unía con sus socios de Esquerra Unida. El pasado lunes la alcaldesa de esta localidad del Comtat, Jacquelín Cerdà, nos anunciaba que había llegado el momento de poner fin a este complicado matrimonio político argumentando la falta de entendimiento, acuerdos, coordinación e incluso transparencia que había existido en estos años con los concejales de EU. A partir de aquí se inició la odisea de Gobernar en minoría con tan solo cuatro concejales a un año vista de las municipales de 2019. La noticia sorprendió a pocos ya que desde el minuto 1 en el que se alumbró el pacto de gobierno, tras una complicada gestación, se especuló sobre la gran probabilidad de ruptura que existía en este delicado acuerdo. La legislatura comenzó ya con mal pie y se ha acabado demostrando que en estos tiempos ya no vale dar más prioridad a los intereses políticos, personales o electorales antes que a la propia ciudadanía. Los vecinos de Muro merecen un Gobierno Local fuerte y sólido que permita al municipio recuperar el peso político del que gozó hasta no hace mucho tiempo en el conjunto de las comarcas del Comtat y de l’Alcoià. A todos los partidos políticos de la Corporación Local les ha llegado la hora de tomar una buena decisión y están todavía a tiempo de hacerlo porque el verano no ha hecho más que empezar.

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