Desarrollarse o morir

Este es el dilema ante el que se encuentra nuestra ciudad. Y somos los políticos los máximos responsables de conducirla por uno u otro camino. Como manifesté en el pleno, los políticos no creamos empresas ni generamos empleo, pero sí que tenemos la obligación de habilitar las infraestructuras que permitan mejorar las condiciones de vida de las personas.

Ante esas premisas, en el pleno municipal del mes de septiembre, se debatió una moción que pedía la activación del proyecto de ampliación de la carretera CV-70, que une Alcoy y comarca con Benidorm a través del puerto de Confrides.

La moción presentada por Ciudadanos, recordaba que fue el Conseller de Infraestructuras quién en 2009 anunció la redacción de este proyecto. Solo se les olvidó citar que el Conseller en cuestión pertenecía al Partido Popular. Seguro que fue un descuido.

Un proyecto que planteaba mantener el mismo trazado, con dos carriles amplios uno en cada dirección, eliminación de numerosas curvas y un túnel de entre 400 y 1000 metros. En definitiva un mínimo impacto ambiental para unir Alcoy y Benidorm en 45 minutos.

Una oportunidad para que Alcoy pueda mejorar su potencial turístico, se facilite el traslado de mano de obra a la zona costera pero sobre todo, como ya manifesté en el pleno, para que se potencie la creación de empresas en nuestra comarca que abastezcan a las poblaciones de La Marina de productos alimentarios, textiles, suministros industriales, etc.

Algo en lo que aparentemente, y desde mi inocencia, pensaba que todos estaríamos de acuerdo. Pero no. Volvió a aparecer en Alcoy la izquierda radical, como me gusta denominar a Guanyar Alcoi y votó en contra de la moción. Esa izquierda heredera del PCE y EU, que defiende que en nuestros polígonos en lugar de industrias se instalen talleres de artesanía, esa izquierda que desearía que las carreteras fueran de tierra en lugar de asfalto y que por ellas circularan carros tirados por caballos en lugar de coches. Pero solo de palabra. Porque la realidad es que el aparcamiento para concejales cada vez está más lleno de coches.

Más difícil lo tuvo Compromís. Se encontraba ante el dilema de decidir entre lo que les pedía la cabeza como algo bueno para Alcoy o lo que les pedía su corazón naranja, o rojo claro, que era votar en contra por disciplina política. Difícil papeleta que se resolvió con una abstención, es decir, una puesta de perfil que no contentaba a nadie, ni a defensores ni a detractores. Pero una postura que ya se está repitiendo en demasiadas ocasiones durante esta legislatura, tanto por Compromís como por el Psoe, ante temas tan importantes como la educación concertada, los servicios sociales o la sanidad.

Finalmente la moción salió adelante, con los votos de Psoe, Ciudadanos y Partido Popular. Un Psoe al que después de 3 años de gobierno en la Generalitat le toca mover ficha y desbloquear proyectos estratégicos para la ciudad, como este de la CV-70 pero también como el de la línea férrea Alcoy-.Xàtiva, que tanto reclamaban en la legislatura pasada y que ahora les mantiene en silencio.

Todo ésto en una semana en la que hemos sabido que proyectos como la manzana de Rodes o el Plan General no van a estar finalizados antes de terminar la actual legislatura. Tampoco Alcoinnova. Después de 7 años de gobierno sin resolver estos asuntos, que no se sorprenda nuestro alcalde Toni Francés, cuando en la calle se escuchen comentarios como el famoso “Alcoi està morint-se”.

Rafa Miró. Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alcoy

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