Desgaste presidencial

El domingo visitó el Collao el Sabadell de Seligrat, en determinados círculos del club el personaje que dio pie a los lodos actuales al renunciar al año de contrato que tenía y dejar huérfano el cargo de entrenador. Su inesperado adiós cogió con el pie cambiado a los responsables de la entidad, como luego se demostró y han llegado a reconocer de puertas hacia adentro. Y es que en la planta noble del Alcoyano hace tiempo que no se planifica ni se gestiona, simplemente se improvisa en función de la fuerza o la dirección del viento. El presidente Juan Serrano lleva tiempo demasiado solo, su grupo de confianza se ha reducido de forma preocupante, igual que no son muchas las puertas que últimamente se abren cuando el club necesita alguna ayuda. La última vez que hubo un consejo de administración fue después del fallecimiento de Lionel Grau hace año y medio. Su mayor apoyo actual es Miguel Hita, un empresario ilicitano implicado en varios negocios, uno de los cuales es la representación de futbolistas. Se trata de una persona que observa el mundo del fútbol desde una perspectiva del negocio, nada que ver con la visión romántica y hasta de hincha de Juan Serrano. Quienes le conocen, aseguran que empieza a acusar el desgaste de nueve años seguidos en el cargo, el presidente más longevo de la historia del club. En su comparecencia con motivo de la presentación de Mario Barrera como técnico se le vio más apagado de lo normal, como si estuviese superado por los acontecimientos. Su cada vez mayor obsesión por los comentarios de barras de bar o de las redes sociales le empiezan a pasar factura y la primera consecuencia es haber bajado la guardia en el primer mandamiento de un mandatario, que es el de ordenar y planificar, dejándose encima llevar por algún elemento tóxico, inherete en cualquier cargo público, pero que en el fútbol afloran con mayor facilidad por aquello de la notoriedad. Queda un mes y medio de competición, soy de los que pienso que sufriremos pero que el equipo acabará manteniendo la categoría, pero si por alguna de éstas la cosa se termina torciendo mucho, tampoco es el fin del mundo como algunos de la zona noble piensan, con la cabeza bien alta y para adelante, que el club se ha visto en peores que ésta y ha salido adelante, pero lo que está trascendiendo de un tiempo a esta parte merece una reflexión seria y meditada, y si alguien tiene que apartarse y dejar vía libre, que lo haga, el club está por encima de las personas.

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