Dos perspectivas de la gimnasia rítmica

Se dice que en el mundo de la gimnasia rítmica a las juezas de competición se les ve como ‘brujas’. Es de suponer que esto sucede cuando las gimnastas demuestran en el tapiz todo lo aprendido y al otro lado están recibiendo una valoración que les puede llevar a lo más alto del podio, o no. En el caso de la jueza alcoyana Consuelo Santacreu se demuestra. “Mis niñas”, así hace alusión Santacreu a Elba Navarro, del CGR Sant Jordi, y a Daniela Picó, del Rítmica Alcoi, gimnastas alcoyanas que con 15 y 10 años respectivamente ya saben lo que es colgarse y tener en casa una medalla nacional a nivel absoluto.

Navarro se ha proclamado esta temporada Campeona de España con aro y Picó lleva dos años seguidos quedando entre las tres mejores, primero en benjamín, y este año en alevín. En el caso de estas dos gimnastas, se iniciaron en el mundo de la gimnasia rítmica siendo niñas. Consuelo Santacreu no. “Siempre me ha gustado mucho el deporte, la gimnasia en concreto, pero en mis tiempos no había, esto empezaba. Se creó un club en Alicante, pero no había acceso a él. Me hice profesora de Educación Física y en el momento que pude hice la especialidad de gimnasia rítmica. En aquellos tiempos cuando estudiabas los cursos de técnico también se hacían los de juez, ahora es separado. Desde principios de los 80 ya me metí en este mundo”.

Aunque estuvo varios años de entrenadora finalmente decidió dedicarse únicamente a ser jueza. Dentro de esta profesión, Santacreu también ejerció de Directora Técnica de la Federación de Gimnasia de Asturias.

CAMBIOS CONTINUOS

La gimnasia rítmica ha ido evolucionando muchísimo, esto sucede tanto a nivel de gimnasta como de juez. “Después de cada Olimpiada te tienes que examinar, el planeta entero que se dedique a la rítmica tiene que examinarse. Hay un curso intercontinental al que asisten tres personas de cada país y luego se hacen los internacionales. Con estos exámenes puedes mantenerte en el mismo nivel, subir o bajar. Esto nunca es seguro”, detalla Santacreu, quien además explica que durante cada ciclo también se realizan otros tipos de cursos, “estás en continua renovación”.
“Están volviendo a lo de antes, a lo de los años 70 ó 80. Mucho manejo de aparato, enlaces, no es todo dificultad. Se le da mucha importancia a la música, al ritmo, a la adaptación y a la expresión de la gimnasia”, cuenta la jueza alcoyana.

PUNTO DE INFLEXIÓN

Tras cada Campeonato de España o Juegos Olímpicos, hay unas expertas de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) que se encargan de detallar los aspectos más relevantes, los porcentajes, etc. Santacreu afirma que estas modificaciones tienen el objetivo de “buscar la perfección en la gimnasia”.

“Hay muchas niñas que se apuntan y la licencia es obligatoria tenerla. Algunas empiezan con cualidades pero son limitadas. Hay otras, que incluso, empezando así como más que no sirve, llega su categoría, su momento y suben como la espuma. Lo principal son las cualidades, la elasticidad, al flexibilidad y la cabeza. Una gimnasta que no piense, que no tenga agilidad mental, que tenga pánico escénico… no sirve. Es un compendio de muchas cosas”, argumenta la jueza de gimnasia y asesora del equipo nacional.

Santacreu explica que actualmente ha habido cambios y “lo que más penalizado está es la ejecución, las faltas técnicas. No se entendía que una gimnasta con tres o cuatro caídas de aparato ganase a una que no se había caído. Pero esto tiene una explicación, a la otra gimnasta no se le caía el aparato porque no lo soltaba”.

LA MIRADA DE LA GIMNASTA

“Desde siempre cuando iba a Campeonatos de España pensaba en conseguirlo. Es muy complicado pero cada año lo vuelves a pensar”–Elba Navarro–. “Siempre he querido llegar muy lejos, empecé en niveles bajitos y vas subiendo, cuando llegué a benjamín y vi que estaba segunda en el campeonato todos nos pusimos a llorar” –Daniela Picó–. Estos pensamientos eran y son los de estas dos gimnastas alcoyanas que cuando pisan el tapiz dan lo mejor de sí.

La evolución, más allá de a nivel de gimnasia, también ha sido mental para ambas. “La parte mental se va trabajando, cuando era pequeña salía súper nerviosa, siempre vomitaba antes o después. Ahora salgo mucho más tranquila y pensando que tengo que dar lo mejor de mi”, asegura Navarro. Por su parte, Picó, cuenta que “cuando cometía un fallo me decía no pasa nada, sigue, es algo que se tiene que olvidar y seguir”.

A conseguir “nuestros sueños”, ambas coinciden en destacar el papel de la familia, entrenadoras, compañeras y amigos.

“Desde que hago gimnasia soy mucho más disciplinada. Cuando tienes unas horas marcadas tienes una rutina y no es tan complicado”, afirma la Campeona de España con aro, Elba Navarro.

“Tienen un gran mérito estas niñas, hay muchísimo nivel. En la Comunidad Valenciana se quedan fuera muchas buenas, en el clasificatorio es muy importante pasar, llegar allí es muy difícil”, afirma Consuelo Santacreu al referirse a Elba Navarro y Daniela Picó, dos de las gimnastas alcoyanas que tienen a este deporte presente en el día a día y se ha convertido, sin duda, en una forma de vida.

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