El ‘American Dream’ de Javi Montava

El delantero cumple un año de su expedición estadounidense, con la que busca triunfar en un país de reconstrucción futbolística

El ‘American Dream’ de Javi Montava
Javi Montava con el George Mason Patriots.

La vida de Javier Montava (23 años) dio un cambio drástico cuando, hace un año, dejó su vida en Alcoy para irse a vivir a la ciudad de Belfast, en el estado de Virginia, Estados Unidos. Llevaba dos años estudiando el grado en ingeniería robótica en la Universidad Politécnica y tras consolidar una amplia trayectoria en una concatenación de equipos españoles (Levante, Alcoyano, Patacona Rayo Ibense y Torrellano), decidió cruzar el charco para irse al George Mason Patriots. La oferta era muy suculenta, se le ofreció una beca valorada en unos 60.000 euros para que estudiase en Virginia mientras juega para el equipo de la ciudad. Montava cuenta cómo se gestó su salida del país: “Necesitaba un cambio de aires, y mi sueño siempre ha sido ser futbolista profesional, pero el fútbol llega un momento en el que se acaba, y dejas de poder vivir de ello. Desde pequeño siempre he dado importancia a mi formación he sido buen estudiante. Me llegó la oportunidad mientras jugaba en tercera, se pusieron en contacto conmigo a través de una agencia que exporta jugadores españoles a los Estados Unidos y acepté”, expresa el jugador.

La ciudad de Belfast es equivalente a un poco menos de la mitad de la extensión territorial de Alcoy, y su cercanía con Washington D.C hace que carezca del típico ambiente universitario visto desde el prisma ‘Hollywoodense’, pues el ambiente rezuma en universidades que se encuentran en ciudades más apartadas de las capitales de estado. El proceso de adaptación ha sido clave en el cómputo anual de Montava, la visión estadounidense del fútbol es muy distinta a la concebida desde Europa y así lo extrapola el futbolista: “Todos los deportes populares de Estados Unidos están muy lejos de ser concebidos como en Europa. En España el fútbol se vive como una pasión o un sentimiento, para ellos es simplemente entretenimiento y espectáculo, por eso les choca que un partido acabe 0-0, lo comparan con los partidos de alta puntuación de la NBA y les resulta aburrido, pero esto está en proceso de cambio”, aclara Javier. Todo esto se ve impregnado en la liga universitaria en la que milita el George Mason Patriots, (del que es Montava pieza angular) en una temporada de fútbol que es muy variopinta a lo convencional, “aquí la temporada solo dura cuatro meses, empiezas en agosto y como muy tarde puedes acabar a mediados o finales de diciembre. En mi caso ya llevo un año y he jugado casi todos los minutos de la temporada anterior, ya parece que sea americano”, expresa con ironía el jugador.

La evolución de un futbolista no es posible sin una buena rutina alimentaria, Estados Unidos es el país con mayor índice de obesidad y su cultura gastronómica se ve muchas veces eclipsada por la abundante oferta y demanda de comida rápida, de la que Javi intenta aislarse para lleva a cabo su disciplina como deportista de élite, “cada día echo de menos la comer en España, la comida podría decirte que es lo peor de la experiencia. Por suerte vivo con un compañero de equipo y cocinamos platos saludables para hacer como que seguimos en España. Soy bastante obsesivo con el tema de la comida e intento obviar a la comida rápida”.

Javier comparte piso con un compañero de su equipo que también es español, la plantilla de los Patriots actualmente custodia siete españoles, con los que Javier asegura tener una estrecha relación que le ayudó a posteriormente empezar a interactuar con los americanos: “Los americanos de mi equipo están acostumbrados a que mucho jugador procedente de España, normalmente nos juntamos más por el idioma, esto les suele sacar de quicio si hablamos en medio de un partido, quieren que la lengua materna del equipo sea exclusivamente el inglés, aun así interactúo varias veces con ellos”, señala Montava.

El país estadounidense se encuentra actualmente en una animadversión política con España, relacionada con los aranceles, y la opinión general desde el país español suele discurrir en una visión de EE.UU como una nación en involución, esto dice Javier después de haber vivido un año allí, “generalmente los trabajos que nadie quiere los ocupan siempre personas latinas, pero es un país con mucha diversidad. Mi universidad es la que tiene el mayor índice de diversidad del país. Entiendo que la gestión de Trump moleste a mucha gente, pero dejando eso a parte, es un país que destina el 30% de su economía a la defensa, me parece una barbaridad”, opina el extremo izquierdo.

Montava está buscando conseguir el que ha sido su sueño desde niño: convertirse en futbolista profesional, pero siempre mimando su carrera estudiantil de robótica. La élite del fútbol en USA es llegar a la MLS (Major League Soccer), una liga que está en auge y a la que llegar supone atravesar un filtro muy exigente: “Es como el baloncesto, debes entrar en una prelista de 300 jugadores que se va recortando hasta los 70. Es muy difícil llegar a la primera división, pero es algo que tengo entre ceja y ceja.

El tiempo dirá si la decisión de Montava le acaba llevando a conseguir equipar su sueño, pero por ahora valora todo lo que ha conseguido: “No me gusta especular porque no sé ni lo que pasará en diez minutos, pero en unos años quiero mirar atrás orgulloso de lo que he conseguido, llegar a ser la persona que me gustaría pasa por Virginia”. Javier Montava planea seguir un año más en Belfast, región de la que asegura que no se arrepiente de haber elegido, y que le acompañará en su recuerdo allá donde acabe recalando.

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