“El premio más importante es ver que las historias no se han perdido”

Entrevista al escritor alcoyano Jordi Raül Verdú

“El premio más importante es ver que las historias no se han perdido”
Jordi Raül Verdú en la exposición ‘Una vida entre contes’ en el Centre Ovidi Montllor. | ALDEMAR

Más de tres décadas vinculadas a la escritura y a las historias. Más de 100 libros publicados. Sin embargo, fue en la noche en la que se inauguró una exposición en su honor cuando Jordi Raül Verdú no pudo dormir debido a la “emoción tan intensa que tenía dentro de mí”.

El título de la muestra es ‘Una vida entre contes’, y se puede visitar en el Centre Ovidi Montllor, dentro del ciclo expositivo de la Cátedra Antoni Miró de Arte Contemporáneo de la Universidad de Alicante.

En ella, se aprecian numerosas de las publicaciones del escritor alcoyano, que son tanto de literatura infantil y juvenil como narraciones populares y adaptaciones literarias.

La historia del maestro –jubilado desde 2020– Jordi Raül Verdú como escritor se remonta a 1991, cuando decidió tomarse un año sabático e irse a cumplir “uno de mis sueños realidad”, que era irse a Canadá. Su estancia allí fue muy fructífera: se sacó una carrera que le permitió, a su regreso, opositar a profesor de inglés –anteriormente tenía la especialidad de francés, idioma que iba de “capa caída” en esos momentos– y sacarse la plaza, y además, un manuscrito que se llevó “bajo del brazo” de una historia que se había inventado para sus alumnos en una excursión, abrió el camino a escribir sus tres primeros libros: ‘Jordi i el Reiet Sabut’, ‘Els fantasmes de mas de Tetuan’ y ‘El dinosaure del Menejador’.

En Canadá, Verdú visitó una reserva de los indios Hurones, una experiencia que califica como “decisiva” de cara a su futuro como escritor y en una tienda vio una estantería en la que habían muchas leyendas indias: “cuando las estuve viendo, vi que muchos de los personajes eran animales, no como los que tenemos nosotros. Se me encendió la luz y pensé: en mi tierra aun quedan reservas indias, es decir, sitios donde todavía se preserva un legado ancestral que no se ha perdido”. Así, se decidió a recopilar esas historias, habiendo recogido actualmente 300 ‘rondallas’, de las cuales, 238 ya están publicadas.

– ¿Cómo recibió la noticia de la exposición?
– Es a través de la Cátedra de Antoni Miró. Se piensa en mí porque he publicado más de 100 libros, y consideran que es más que suficiente para hacerme un homenaje, y de alguna forma, hacer una exposición más original, libros en lugar de cuadros, algo que podría ser curioso y atractivo para la gente. Esto es como consecuencia de muchos años de trabajo, detrás de esas publicaciones hay muchas horas. Toda piedra hace pared, y parece que la pared ya tiene cierta grandaria.

– La inauguración de la muestra fue multitudinaria. ¿Cómo la vivió?
– Fue el hecho de ver el amor, el cariño, que estaban contigo…que la gente era consciente de lo importante que era para mí.

Vino gente de Canals, El Campello, Ontinyent, Cocentaina, Xàbia…gente que está en otros sitios y que dicen ‘si me dices ven lo dejo todo’. Así me sentí todo. No sabía cómo iba a reaccionar, lo interioricé de tal manera, tenía una alegría y una emoción tan intensa dentro de mí que no pude dormir en toda la noche, y eso no me había pasado nunca. Ahí me di cuenta hasta qué punto llega el apoyo de la gente, ese ambiente de hermandad que había, se palpaba esa complicidad de todo lo que estabas viviendo y sintiendo.

A medida que ha ido pasando el tiempo lo he ido asimilando, porque en ese momento no era del todo consciente. Estaba tan abducido por tanta emoción que, eso, de alguna manera me hizo meterme en un mundo fantástico, como si estuviera en una de las historias que escribo y me invento y me tuviera totalmente seducido.

– Su trayectoria literaria y personal van de la mano. En sus publicaciones se nutre mucho de la naturaleza, de los animales, de la fantasía. ¿Se podría decir que sus experiencias se han extrapolado a sus libros?
– Me he aprovechado del ‘vergel’ donde vivimos, que no sé si la gente es del todo consciente de ello, que vivimos entre dos parques naturales, tenemos alrededor del 66% del terreno protegido, ¿cuántas poblaciones pueden decir eso? Así y todo la gente no es del todo consciente, porque si no, iría más a la montaña, la saborearía y aprendería de ella.

También el viaje es muy importante para mí y la montaña ha estado muy presente en mí, y gracias a eso he escrito sobre ella.

La naturaleza te enseña tantas cosas, que es como que tengo la necesidad de contar eso, como maestro que soy, porque considero que es importante para entender nuestro entorno, saber dónde vives, conocerlo y por tanto quererlo, y por supuesto, para respetarlo, cuidarlo y mimarlo para presentas y futuras generaciones, pero primero tienes que darlo a conocer.

– Al margen de su recorrido como escritor, también ha sido profesor. ¿Cómo ha compaginado ambas cosas?
– Lo hablaba el otro día en el homenaje. Estaba un poco espantado de lo que había hecho, pensaba, aquí hay muchas horas de trabajo. Ha habido dos años que he publicado 10 libros, estaba trabajando, cuidando a mi madre, me iba de excursión, de viaje y hacía vida, entre comillas, normales. Es una actividad constante y continua, estar en esa rueda que te lleva a esa dinámica para hacerlo sin morir en el intento. Es como que pones el motor en marcha, posiblemente lo difícil sea ponerlo. Cuando está en funcionamiento las cosas ruedan mejor pero has de ser muy disciplinado, tener mucha constancia y dedicarle muchas horas.

Al final tu recompensa es ver que ese sueño se ha convertido en una realidad, que eso te de estímulos suficientes para sacar las fuerzas, muchas veces no sabes de donde, para hacer lo que haces, porque en definitiva, es lo que te mantiene vivo.

– Algunos de sus libros han sido galardonados, ¿qué suponen esos premios?
– Esto me ha dado muchas alegrías, pero el premio más importante es ver que las historias no se han perdido. Que el nombre de esas personas, el pueblo de donde son…eso queda registrado en cada ‘rondalla’.

Soy un compilador de esas historias, escucho al informante, y trato de ser lo más fiel posible a su narración, a su relato.

– ¿A qué dedica su tiempo ahora? ¿Hay próximos proyectos a la vista?
– Ahora me dedico a escribir, a hacer animaciones lectoras, cuentacuentos, charlas…tengo el calendario bastante lleno.

Siempre hay proyectos. De hecho, de aquí a Navidad es posible que salgan otros tres libros. ‘Cocentaina, un poble de deu’ se publicará en la Fira de Tots Sants, y tiene un doble sentido, un pueblo de sobresaliente y hablo de 10 cosas bonitas que tiene Cocentaina, como sus tradiciones, fiestas…

También ‘La bruixa arramblallibres’ y por confirmar está ‘La màgia dels Reis d’Orient’.

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