El regreso a las aulas refleja nuevos hábitos de consumo

Los precios del material escolar han ido en aumento y las familias se han vuelto más previsoras

El regreso a las aulas refleja nuevos hábitos de consumo
La papelería Cosmos en plena campaña del inicio del curso escolar. | ALDEMAR

El mes de septiembre marca el final del verano y el inicio de una de las etapas más frenéticas tanto para niños como para sus familias. Tras semanas de vacaciones las papelerías y librerías se pusieron manos a la obra con la campaña de preparación del material escolar y la venta de libros de textos. Aunque algunas de ellas empiezan la campaña al principio del verano para las familias más previsoras, todas coinciden en que el momento álgido de preparación a la vuelta de la esquina del comienzo del curso escolar.

José Ernesto Nadal, de Librería Llorens, explica que la campaña de la vuelta al cole se oficializa la última semana de agosto, cuando la mayoría de familias regresa de vacaciones. “Es el momento en el que empiezan a comprar libros, libretas, bolígrafos, reglas… todo lo que necesitan para afrontar el nuevo curso. Normalmente, van con la lista que les da el colegio y en el caso de los adolescentes ya son ellos mismos quienes deciden lo que necesitan porque pueden reutilizar material y son más autónomos”.

Los precios del material escolar han ido en aumento con el paso de los años y las familias ante la inminente inflación se han vuelto más previsoras con el gasto. La cantidad que invierte cada una de ellas depende sobre todo del ciclo en el que se encuentren sus hijos. Los más pequeños suelen generar más gasto al necesitar material nuevo, mientras que en secundaria y bachillerato se tiende a aprovechar el material de años anteriores. La media de gasto se encuentra en los 40 y los 80 euros, según las papelerías, sin contar con la adquisición de los libros de texto, que multiplicarían la cifra.

No obstante, desde hace años, las familias están haciendo uso del ‘banco de libros’, una medida que supone un ahorro importante en las familias a la hora de adquirir libros de texto y una segunda vida para los mismos. Las familias que reciben los libros del banco solamente tienen que adquirir los cuadernos de inglés, música o plástica, que son aquellos que no se pueden reutilizar para el año siguiente. “Muchos niños utilizan los libros solo un curso y para las familias supone un desembolso enorme. Con el banco de libros se ahorran mucho dinero. Los de primero y segundo de primaria todavía suelen comprar los libros, pero a partir de tercero casi todos hacen uso del banco y adquieren únicamente los cuadernillos en los que escriben”, señala Desiré Doménech, responsable de la librería Plantallibres. Además, ella misma apunta que cada vez más familias planifican con antelación y reservan materiales desde junio, justo cuando el centro docente les entrega la lista con todos los materiales necesarios. Esas reservas suelen recogerse a finales de agosto o en los días previos al inicio de curso.

Sonia López, de Papelería Cosmos, también coincide en que hay dos perfiles de familias entre las muy previsoras y las que apuran hasta el final. “La campaña escolar en referencia a materiales la empezamos en mayo, y hay familias que incluso aprovechan las comuniones para ir comprando cosas. Pero la mayoría lo deja para agosto”. En su papelería han detectado, además, un cambio de demanda en algunos productos: “Los artículos de carpetería siguen siendo imprescindibles, pero lo que más ha crecido en los últimos años son las fundas para portátiles y tablets porque cada vez hay más colegios digitalizados”. Esto es un aspecto en el que también incide Eva Girol, de la papelería Natura, quien confirma que cada vez se adquiere menos material tradicional. “Se nota que los colegios están más digitalizados y eso reduce la lista de materiales. El gasto medio actual está en unos 50 euros, pero depende del centro y del curso. Antes la gente venía antes, ahora muchas familias esperan más, no sé si por la economía o por las vacaciones, pero se ha retrasado la compra, además, cada vez hay más colegios que piden menos material porque los alumnos van con la tablet”.

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