El sector hostelero se queja del serio déficit de mano de obra cualificada

Ven en la falta de profesionalización una de las principales causas, unido también a unas condiciones laborales que en ocasiones, hacen de él un oficio poco apetecible

El sector hostelero se queja
Un camarero sirviendo a los comensales en un restaurante.

La falta de personal también está afectando a la hostelería de la zona. El propio secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, reconocía el pasado jueves, durante una reunión con empresarios del sector, y a propósito de la firma del convenio para el CdT (Centro de Turismo) de Alcoy, que “ahora la formación es más importante que nunca ante la enorme dificultad que hay en estos momentos para encontrar mano de obra profesional”. Un problema, el de la falta de camareros, que está poniendo en apuros a la hostelería en la costa, además de cara a la campaña estival, pero que también se hace extensivo a la zona del interior.

De hecho, “hace años que venimos alertando de esta situación”, expone la presidenta de la Asociación Alicante Turismo Interior, Indira Amaya, que precisamente trasladó el problema al último pleno de la Cámara de Comercio de Alcoy. “Sabemos que la solución es compleja –reconoce– pero no podemos tirar la toalla, es necesario trabajar para corregirla en la medida de lo posible, para dignificar la profesión, fomentar el emprendedurismo… Ir a los colegios y hablar a los jóvenes de que esta es una profesión de futuro”, remarca Amaya.

En cuanto a los diversos factores que han llevado a esta situación que califican como “alarmante”, hay que indicar que tradicionalmente se ha considerado un sector precario, con mucho intrusismo, con una estacionalidad corta, falta de días de fiesta y horas de descanso, imposibilidad de progreso profesional, etcétera. “Es un oficio muy sacrificado, muchas veces mal remunerado, falta profesionalidad, hay empresarios que no piden titulación, y al final hace que si no es algo vocacional, pues no se ve como una profesión atractiva para los jóvenes”, señala Vicent Mompó, responsable del departamento de Hostelería y Turismo del instituto de Batoi, donde se pueden estudiar los ciclos de Servicios en Restauración y de Cocina y Gastronomía, ambos de grado medio, y uno superior de Dirección de Cocina.

Mompó explica que en los últimos años ha decaído la demanda de matrículas, especialmente en el ciclo de Servicios de Restauración. “Es como el hermano pobre de la familia profesional y muchos entran y todavía ni tienen claro a qué se quieren dedicar, el sector se queja de una falta de vocaciones pero hay que ver también las condiciones laborales en muchos casos”, comenta el profesor.

Pero a la escasez de profesionales se unen los efectos de la pandemia, que durante casi dos años ha condenado al sector a la inestabilidad y muchos trabajadores han optado por cambiar de oficio. Así lo apunta Ramón Reche, empresario restaurador, como también observa que “Alcoy no es de tradición hostelera y eso se nota, hay que empezar a profesionalizar el sector, cualquiera trabaja de camarero hoy en día, el oficio está completamente devaluado. ¿Qué cuesta un café aquí y qué cuesta en París?, pues con eso te lo digo todo”, destaca Reche. Sin embargo, cada vez hay menos gente dispuesta a servir mesas o poner copas. Capacitación y formación serán la clave de ahora en adelante.

Advertisements

Send this to a friend