El traje nuevo del emperador

¿Está la ciudad limpia?, ¿Los parques tienen un correcto mantenimiento?, ¿El asfaltado de las calles es óptimo?, ¿Los adoquines del centro…? Bueno, los adoquines del centro mejor quitarlos, ¿Tenemos suficiente suelo industrial?, ¿Tiene el ayuntamiento una economía saneada?, ¿El teatro principal está operativo al 100%?, etc., etc.…

¿Qué hacemos, denunciamos esta situación o mejor miramos hacia otro lado? Los hay que prefieren marcarse un Laporta y exclamar aquello de: “¡¡Al loro, que no estamos tan mal!!”, marcharon fuera de vacaciones y por comparación, dicen que en todas partes cuecen habas. Los que no han tenido esa posibilidad y se han quedado en Alcoy, añaden una carencia más a la lista; la ausencia de una programación con actividades de calidad y cantidad, que ayude a pasar el verano en casa.

Nuestra obligación, como principal partido de la oposición, es denunciar este estado de cosas, más si cabe, a la vista de la indisimulada intención del gobierno municipal, por adormecer a la opinión pública, para lo que utiliza, la web oficial del ayuntamiento, como aparato de propaganda partidista o sutiles mensajeros interpuestos, al estilo Iris, quien, en la mitología griega, era la encargada de transmitir las órdenes divinas.

Alguien tendrá que decirle a nuestra divinidad, a nuestro emperador, que como en el cuento de Hans Christian Andersen, en realidad anda desnudo. Si no reconocen los problemas, están incapacitados para solucionarlos. Criticar el gobierno (su gestión de los recursos públicos) no es criticar a Alcoy.

La ciudad tiene problemas y necesidades por atender y resolver y todavía estamos a tiempo de ello, pero se necesita un cambio urgente, que empieza por no ocultar la realidad, aunque eso pueda tener un coste electoral y haya quien no quiera asumirlo. Nadie es imprescindible y el interés general está por encima de todos, además de que la alternancia de gobiernos, es un sano ejercicio de las democracias liberales.

KIKO CANTÓ. Concejal del PP en Alcoy

Advertisements