El último servicio de Jordi Bou
Tras más de dos décadas en la trastienda, de mucho trabajo en la sombra, se ha convertido en el nuevo presidente del NB Alcoi para los próximos cuatro años

Si hay un ejemplo de dirigente abnegado, capaz de moverse como pez en el agua en la trastienda, al que no le preocupaba ese papel secundario y sacrificado, muchas veces hasta ingrato por el tiempo que debía dedicar, ese es Jordi Bou, un gran desconocido para el deporte local en general, pero omnipresente de todas las decisiones que en los últimos tiempos tomaba el NB Alcoi a nivel institucional.
Durante los últimos siete años ha ejercido de mano derecha y de persona de máxima confianza de Salva Monzó, quien hasta hace un par de semanas era presidente del club. Sin embargo, su renuncia a seguir, ha empujado a Jordi Bou a dar ese paso y hacer un último servicio a la entidad a la que se ha dedicado en cuerpo y alma los últimos 24 años.
Este convencido del activismo vecinal, que con 18 años y durante doce fue un miembro muy activo de la Associació de Veïns de la Zona Nord, hace casi tres décadas que encontró el refugio perfecto a su hiperactividad en el mundo del deporte. “No soy de quedarme quieto en casa. Mi mujer siempre me dice que lo mío son los papeles y estar organizando algo”, confiesa con una sonrisa en la boca.
El nacimiento de sus dos hijas marcó que aparcara aquel sentimiento de juventud de trabajar por su barrio para terminar involucrándose en el colegio Miguel Hernández como miembro de su AMPA durante cuatro años. Fue en aquella etapa cuando Jordi Bou tuvo su primer contacto con el deporte como delegado del equipo escolar de Miguel Hernández que estaba entrenado por Gabi Sempere, técnico del mítico Germaine de Capuccini que fue el último equipo de baloncesto femenino en pisar la Primera División allá por la década de los 90.
Fue quien le animó a entrar en la directiva del desaparecido Club Bàsquet Femení Alcoi cuando una de sus dos hijas fichó en sus categorías inferiores. Era Paco Doménech el presidente y su primer cargo fue como vicesecretario, del que rápidamente ascendió tras la renuncia unos meses después de Pepe Doménech, que era el secretario.
De aquella primera toma de contacto han pasado 24 años, era 2001. Tiempo después participó de aquellas negociaciones culminadas al principio del verano de 2010 que se cerrarron con la fusión del Bàsquet Femení Alcoi y el Basket Salesianos en una misma entidad, que hoy conocemos como NB Alcoi.
Jordi Bou formó parte de la primera directiva presidida por Mari Navas. También integró la junta de José Perera y los últimos siete años fue el gran apoyo de Salva Monzó, quien hace unos meses avanzó su deseo de dejar el cargo al final de esta temporada. Fue entonces cuando el club abrió proceso electoral, culminado hace un par de semanas con el nombramiento de Jordi Bou como nuevo presidente tras ser la suya la única candidatura presentada.
El suyo es un caso poco habitual dentro de un club familiar como el NB Alcoi. Su hija dejó de jugar con 17 años, cuando todavía era júnior, y ahora tiene 34. “No es lo habitual. En el momento que la hija o el hijo deja de jugar, los padres se van con ella o con él. No hay una razón especial que me vincule al club. Quizás no tomar partido por nadie ha sido mimotivación para seguir tantos años. Siempre me he sentido valorado y nunca ha existido ni la más mínima insinuación para abrirme la puerta. Si la hubiera habido, quizás ya no estaría aquí, pero considero a este club como parte de mi familia después de tantos años”, asegura.
Jordi Bou se hará acompañar en esta nueva etapa de Francisco Escobar (vicepresidente), Cristóbal Molina (secretario), Antonio Juárez (tesorero) y Tamara Carbonell, Juanma Granados, Juan José García, Rubén Garzó, Javier Ortega y Salva Monzó (vocales). “No he buscado una directiva de cargos sino de áreas de trabajo, que cada uno en el nuevo organigrama tenga bien definida la labor que tiene que desarrollar. Sobre todo se ha buscado reforzar la parte económica. Hay especialistas y profesionales que nos pueden ayudar mucho en esa faceta. En estos primeros meses estaré por detrás ayudando en lo que haga falta, pero quiero poco a poco delegar y que cada área trabaje de manera independiente”, asegura.
Una de las tareas en las que se quiere volcar a partir de septiembre es dedicar el máximo de tiempo posible en reforzar la parte social. “El club se asienta sobre tres patas: por un lado están los jugadores y los entrenadores, y por el otro, la masa social, y la idea es potenciar al máximo esa área a través de captar socios. Tenemos una serie de ideas que queremos desarrollar. Desde aquí agradezco todo el apoyo que nos aportan todos los colaboradores que tiene el club, pero necesitamos crecer a nivel social. Debe ser una prioridad. El club está en un buen momento y debemos aprovechar ese tirón para tratar de llegar lo más lejos posible, que el baloncesto crezca no solo a nivel deportivo, también socialmente en la ciudad”, confesó.
El NB Alcoi es uno de los clubes locales con mayor proyección a nivel de deporte base, con catorce equipos y una destacada presencia en los colegios a través de convenios de colaboración. Sin embargo, a nivel de primera plantilla la entidad no termina de despegar. El primer equipo masculino ha vuelto a quedarse a las puertas de la Final Four de ascenso a Tercera FEB. Por su parte, el femenino ha sufrido una barbaridad para seguir en Primera División con una plantilla de mucha proyección pero que ha terminado pagando su inexperiencia.
“Es complicado ese último paso. Alcoy merece tanto un equipo en la Liga Femenina 2 como en la Tercera FEB masculina. Sería un importante revulsivo para nuestra cantera, pero supone tener que invertir mucho dinero y el club ahora mismo no dispone del colchón para hacer frente a ese reto. Podría intentarse, hay algunas ideas, pero siempre que hubieran garantías de hacer un papel digno. Subir para terminar últimos no vale la pena. Hasta el próximo 4 de julio puede existir esa posibilidad, pero ahora mismo está difícil, habrían de cambiar algunas cosas”, reconoce.
Igual que el NB Alcoi de los últimos años no se entendería sin Jordi Bou, sucede lo mismo en la parcela deportiva con Lirios Rovira. “Perfectamente podría decir que no concibo el club sin ella, pero después que el verano pasado decidiera dejarlo para luego volver, se ha demostrado que el NB Alcoi ha tirado hacia adelante, no de igual manera, pero ha seguido funcionando con normalidad. Quiero decir con ello, que para nosotros es una pieza fundamental, incluso básica, su implicación y dedicación la hacen ser única. Creo que es el eslabón perfecto para un club como el nuestro”.