“En Estados Unidos respetan más al árbitro”
Joan Santamaría, también futbolista del Vedruna, acaba de participar en un programa de arbitraje en suelo americano

Con el final de la temporada llega el momento de tomarse un respiro, pero también de aprovechar nuevas oportunidades de aprendizaje.
Tras meses de esfuerzo, competiciones y sacrificios, muchos deportistas buscan seguir creciendo, conocer otras realidades y enriquecer su experiencia más allá de los terrenos de juego, abriendo así nuevos horizontes personales y profesionales.
Es el caso del alcoyano Joan Santamaría, jugador del Vedruna, el equipo del fútbol local que esta temporada ha conquistado todos los títulos posibles. Lo mejor es que Joan no solo ha brillado sobre el terreno de juego, sino que también ha sabido compaginar su pasión por el fútbol con el arbitraje, una faceta que recientemente le ha llevado hasta Estados Unidos para seguir formándose y vivir nuevas experiencias.
La historia de este alcoyano, que ha sabido exprimir su pasión por el fútbol desde distintas perspectivas, arranca mucho antes. “Empecé en el mundo del arbitraje en la temporada 2017-2018”, recuerda.
Por aquel entonces entrenaba a un equipo de niños, y su contacto constante con los colegiados durante los partidos despertó su curiosidad: “Cuando eres entrenador tienes mucho contacto con los árbitros comentando alineaciones o cualquier incidente que pudiera haber pasado en el partido, y veía que era un mundo que me gustaba”.
El empujón definitivo llegó gracias a su entorno: “Unos meses más tarde unos amigos me comentaron que iban a dar ese paso y decidí cambiar de entrenador a árbitro”.
Joan Santamaría lleva el fútbol en la sangre desde la infancia, cuando participaba en las actividades extraescolares de futbet en el colegio El Romeral. “Después pasé a fútbol 7 en el Esides, porque conocía a unos amigos, y allí es donde más tiempo he jugado, desde los 11 hasta los 20 años”, rememora.
Con la desaparición del equipo local del Esides, recaló en el Vedruna junto a varios compañeros, y desde hace cuatro años defiende sus colores en la centenaria liga de fútbol local.
Este curso ha sido redondo: “Nos ha ido bien y hemos conseguido todos los títulos posibles”, comenta. Aun así, confiesa que compaginar la práctica del fútbol con el arbitraje no resulta sencillo: “Muchas veces coinciden y obviamente tiene prioridad el arbitraje, aunque si uno tiene voluntad se pueden hacer las dos cosas”, confiesa el alcoyano.
El viaje al otro lado del Atlántico, en el que ha participado durante dos intensas semanas, ha sido posible gracias a la iniciativa de Arbifam, una empresa dedicada al intercambio cultural en el ámbito arbitral. “Son dos chicos que se encargan de recoger árbitros de toda España para arbitrar torneos en Estados Unidos, y compaginar el arbitraje con turismo en ciudades que nos han sorprendido mucho”, explica Joan Santamaría.
La experiencia, que ha tenido una duración de quince días, arancó con el arbitraje de un torneo en Salem, Massachusetts. “Después hicimos turismo en Las Vegas, y el siguiente fin de semana volvimos otra vez a Salem para arbitrar otro torneo. Además, también estuvimos en Seattle para visitar la ciudad”, relata el alcoyano.
Para Santamaria, este viaje ha supuesto mucho más que pitar partidos. “Me considero muy afortunado porque he aprendido muchísimas cosas, especialmente en inglés. He adquirido mucho vocabulario y fluidez al hablar”, explica.
Pero más allá del idioma, se ha quedado con una enseñanza que no olvida: la deportividad y el respeto de los jugadores estadounidenses. “Es fantástico arbitrar sin notar la presión o los insultos y chillidos que tenemos en España, tanto de los equipos como del público. Cuando un jugador se hacía daño, se paraba el partido y todos los jugadores se ponían de rodillas en señal de respeto. Eso es algo que nunca se me olvidará y que valoro mucho, porque en España ni se hace ni se plantea”, reflexiona.
Más permisividad
Otra de las diferencias que le ha llamado la atención es el estilo de juego. “Allí se deja jugar mucho más. El árbitro pasa inadvertido durante todo el partido, los jugadores tienen tantas ganas de jugar que simplemente se centran en eso y no se tiran al suelo simulando faltas. Cuando pitabas una falta dudosa incluso te miraban como diciendo ‘¿qué dices? si quiero seguir jugando’. Eso sería muy bueno instaurarlo en España, aunque es cierto que aquí el nivel de fútbol es más alto”, comenta.
Objetivo: Tercera RFEF
La próxima temporada, Joan Santamaría arbitrará en la Primera Federación Valenciana y en la Lliga Comunitat, justo un peldaño por debajo de la Tercera RFEF, y no oculta su ilusión algún día es dirigir partidos en esta categoría: “El futuro en el arbitraje se me presenta esperanzador, porque esta temporada hemos tenido dos ascensos importantes en la delegación, uno a Tercera RFEF y otro a Primera Federación femenina como asistente, con Mireia Doménech. Esos ascensos nos dan esperanza a todos de que es posible seguir subiendo. Esta temporada intentaré con muchas ganas el ascenso a Tercera RFEF y estoy deseando que empiece”, concluye con motivación.