Generalitat ultima la puesta en marcha del CEEM

Trabajan en la dotación de personal a la vez que tramitan la cesión de las instalaciones

El Centre del Barranquet de Soler va ser equipat preventivament durant l’estat d’alarma. XAVI TEROL

Por fin parece que la puesta en marcha del centro de enfermos mentales (CEEM) del Alcoy ha entrado en la recta final, justo cuando se cumplen diez años de la celebración del simbólico acto que representaba el inicio de las obras de construcción del futuro complejo asistencial, ubicado en el Barranquet de Soler. La vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, de cuyo departamento depende el funcionamiento de la citada infraestructura, se ha comprometido a inaugurar el CEEM antes de que termine este año, según información a la que ha tenido acceso este periódico.
Como se recordará, el Ayuntamiento de Alcoy procedió a ceder las instalaciones el año pasado, de cara a su recepción y puesta en funcionamiento por parte de la conselleria que dirige Oltra. Este trámite, según la información facilitada, aún no ha podido ser completado por diversos motivos, principalmente debido al retraso burocrático de la administración autonómica a consecuencia de la paralización durante el estado de alarma.
Con todo, en este tiempo se pudo avanzar en otra de las cuestiones pendientes, como era el equipamiento del centro, que se llevó a cabo a finales del mes de marzo en previsión de que las instalaciones pudieran albergar hospitalizados por Covid durante la crisis sanitaria y en caso de que el Virgen de los Lirios llegara a colapsarse, algo que finalmente no ocurrió.
Ahora, sin embargo, con este aspecto solucionado, resta también tramitar la dotación de personal del centro, un tema en el que también vendría trabajando Conselleria.
El CEEM de Alcoy, como es sabido, se ha visto envuelto en polémica desde aquella primera piedra colocada en agosto del año 2010. Sucesivos imprevistos han ido retrasando el proyecto: desde problemas de tipo económico con la constructora, hasta desavenencias entre las administraciones local y autonómica que han ido causando demoras en la tramitación de su puesta en funcionamiento, pasando también por el deterioro lógico de unas instalaciones que debían estar construidas en diez meses, según se anunció entonces. En cambio, ha tenido que pasar más de una década para que un servicio tan reivindicado vea la luz.

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