Guanyar Alcoi traiciona a las familias alcoyanas
Alcoi no merecía esto. En un momento en que las familias luchan por llegar a fin de mes, el Ayuntamiento ha decidido que incluso la muerte debe salir más cara. La nueva subida de la tasa por servicios de cementerio —aprobada gracias a la abstención en el Pleno de aprobación de tasas para el 2026 de Guanyar Alcoi— supone una bofetada a la sensibilidad social que tanto dicen defender.
Porque sí: Sergi Rodríguez y su grupo tenían en su mano evitar que el gobierno de Toni Francés (PSOE) y Compromís impusieran este nuevo sablazo fiscal. Pero prefirieron mirar hacia otro lado. Su abstención ha sido el salvavidas que necesitaba el equipo de gobierno para sacar adelante un aumento de hasta el 104 % en el canon de los nichos de clase A, que son, precisamente los más económicos.
Es decir, duplicar el coste de enterrar a un ser querido. ¿Dónde queda el discurso de “estar al lado de la gente”? ¿Dónde está la defensa de los trabajadores y las familias humildes?
Esta decisión es mucho más que un tecnicismo contable: es una cuestión de dignidad. Convertir el duelo en un lujo no es progresista, ni social, ni ético. Mientras los vecinos hacen malabares con la hipoteca, los alquileres y la cesta de la compra, el Gobierno Municipal—con la complicidad de Guanyar— decide que despedir a nuestros familiares sea también un golpe al bolsillo.
Resulta especialmente indignante escuchar a Guanyar presumir de “alternativa social” mientras facilita con su silencio una política fiscal que castiga precisamente a quienes dicen defender. Abstenerse no es mantenerse neutral: es tomar partido. Y Sergi Rodríguez ha elegido sostener a un gobierno agotado, más preocupado por cuadrar sus cuentas a costa de los ciudadanos que por gestionar con eficiencia.
El PSOE y Compromís ya han demostrado que su receta para gobernar se basa en subir impuestos. Pero lo verdaderamente decepcionante es que Guanyar Alcoi se haya convertido en su muleta, renunciando a su papel de oposición útil. Han cambiado los principios por la comodidad, la coherencia por el cálculo político.
Mientras tanto, los alcoyanos seguirán pagando. Porque cada votación cobarde tiene un precio, y esta vez lo pagaremos todos… incluso después de morir.
CARLOS PASTOR. Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alcoy