¿Hasta cuándo?

Muchas son las preguntas que rodean al actual momento deportivo e institucional del Deportivo: ¿Para cuándo un Alcoyano que ilusione, que tenga cierto gancho, que represente los valores que han identificado a este club, su afición y a la ciudad? ¿Cuándo se parará ese desembarco en bloque de cada inicio temporada que tanto confunde y distancia al aficionado blanquiazul del equipo, ver que llegan trece, catorce, quince y hasta dieciséis jugadores nuevos, que hasta el último día de cierre del mercado de fichajes aún se esté en vilo para cazar uno o dos refuerzos que llegan pasados de forma, sin haber hecho pretemporada y que luego se pasan otro mes como mínimo para estar al mismo nivel que el resto de compañeros? ¿Cuándo dejaremos de ver un Collao con cada vez más cemento, que da verdadera pena con tantos vacíos en muchas zonas del campo, algo que no pasaba ni siquiera en aquellos tiempos en los que el equipo estaba en Tercera y con un equipo con una mayoría de jugadores de la casa se estuvo a punto de descender a Preferente? ¿Cuándo la cantera será tomada en serio en las altas instancias del club y no para hacerse una foto de relleno y trabajar con sentido común y no promoviendo tropelías como las vividas la pasada semana con el cese de Montava como entrenador del cadete porque era último, cuando la función de estos equipos es formar y lo único que se consigue con este tipo de decisiones es crispar y que el club sea la diana perfecta de las críticas, con lo que se consigue restar más que sumar? ¿Cuándo el club dejará de ser una torre de Babel de nacionalidades, que luce mucho de cara al exterior y con lo que únicamente se consigue es tener contento a cierta persona que busca tener en el escaparate futbolístico a jugadores vinculados a su negocio particular? ¿Qué necesidad tiene el aficionado de encontrarse con jugadores que sobrepasan con amplitud la treintena de años y están de vuelta en el mundo del fútbol y que llegaron este verano con un contrato para las dos próximas temporadas? Estas preguntas y alguna más habría de responderla el presidente-director deportivo-secretario técnico-miembro de la asamblea de la FVF y no sé cuántas cosas más. ¿Hasta cuándo señor Serrano? Un año más, dos, tres. Igual los pitos que se escucharon el domingo en vez de dirigirse al campo, dentro de dos semanas vayan en contra del palco.

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