Jacob Llopis, la mirada que guía ‘Nena’
El joven actor de Gaianes presenta ‘Nena’, una película que, a través de su personaje, muestra el despertar de los sentimientos y de las tensiones familiares que marcan una vida
A veces, la mirada de un niño basta para iluminar una historia entera. En ‘Nena’, la nueva película de Gabriel Ochoa, esa mirada es la de Jacob Llopis, joven actor de Gaianes, de 11 años, que interpreta a Marc, el niño que observa y vive lo que los adultos en ocasiones no se atreven a decir. Desde su curiosidad, el espectador se asoma al verano de 1987 y a una urbanización en la que los secretos y las emociones laten bajo el sol valenciano.
Pese a su juventud, Jacob conoce bien lo que es estar delante de una cámara. Ha trabajado con directores como David Trueba, dando vida al hijo del humorista Eugenio en ‘Saben aquell?’. También se ha ganado el cariño del público de la televisión valenciana por su papel de Santi en ‘L’Alqueria Blanca’.

Pero ‘Nena’ es algo más. “El rodaje me pareció alucinante”, confiesa el joven actor. En la película, Jacob encarna a Marc un niño inquieto, “un poco cotilla”, como él mismo define, que se convierte en el hilo conductor del relato. “Marc haría cualquier cosa por encontrar el chisme y sin él muchas de las cosas que pasan en la película no sucederían”, explica Jacob. Su manera de ser desata los movimientos de una historia marcada por la ruptura, el descubrimiento y el amor en todas sus formas.
Su madre, Agnès Ortega, actriz, escritora y directora, define la película como “un capítulo de ‘Verano azul’ pero a la valenciana, aunque con un punto más dramático”. El film, familiar, entrañable y de bajo presupuesto, está ambientado en finales de los 80 y aborda temas como el maltrato, el estigma social que vivía entonces una mujer sumida en un proceso de separación matrimonial, o el descubrimiento de la sexualidad, “todo contado desde la mirada limpia de un niño”, añade.
El rodaje, en verano de 2024, no fue sencillo. “Hacía mucho calor y eso lo complica todo, especialmente cuando trabajas con niños, pero el equipo estuvo muy atento en todo momento”, explica Agnès, que destaca también el ambiente familiar que se respiraba entre el equipo de alrededor de 30 profesionales que trabajaba en la película.
Jacob Llopis lleva actuando desde los seis años. Lo hace con la naturalidad innata de quien domina la escena, pero también con la guía cercana de su madre, que se define como una especie de “coach personal”. Explica Agnès Ortega que “cuando no rueda, Jacob es un niño como cualquier otro: juega, lee cómics, disfruta con su familia”. Pero cuando se pone frente a la cámara, se transforma. Esa capacidad de concentración sorprende incluso a los equipos de rodaje. “Hay actores adultos que necesitan tiempo para meterse en el personaje, pero Jacob lo hace casi al instante”, concluye Agnès.
>>Reportaje completo en El Nostre del 14 de noviembre.