José Antonio Llinares: “Cuesta mucho tener una banda y que sea una plantilla estable”

El presidente de la Societat Musical Nova d’Alcoi habla sobre la entidad y pide colaboración para realizar más eventos

José Antonio Llinares: “Cuesta mucho tener una banda y que sea una plantilla estable”
La Societat Musical Nova durante un acto en la calle.

Con sede en el barrio del Ensanche, la historia de la Societat Musical Nova d’Alcoi se escribe desde 1842 y lo hace, prácticamente siempre, desde el corazón de la ciudad. José Antonio Llinares, su presidente, lo explica con naturalidad: “Hemos pasado por muchos lugares y por muchas sedes distintas. […] Siempre hemos rondado por el Centro”. En los años 70, la banda se quedó sin local y los Salesianos les abrieron las puertas. “Nos dejaron durante unos años un local para poder ensayar y continuar con la escuela”, recuerda.

La etapa actual llega a principios de los años ochenta, cuando “la banda se fue ya a la sede actual, en la calle Perú”. La Sociedad primero compró el local principal y, tiempo después, también el de al lado: “Hemos hecho un local más grande adaptado a las necesidades de una banda que hoy en día es muy grande”.

120 MÚSICOS
Sobre el papel, la Societat Musical Nova cuenta con cerca de 120 músicos federados. Ahora bien, en el día a día la fotografía es distinta: “La gente que está estudiando fuera o trabajando no siempre puede estar”. Además, asegura que normalmente en los conciertos hay “unos 85 o 90 músicos”. Llinares lo dice sin dramatismos, pero con conciencia: la movilidad laboral y los estudios superiores han cambiado la relación con las bandas.

Esto refuerza la idea central de su discurso: la escuela es imprescindible. “Al final, lo que tiene que funcionar es la escuela. Cuesta mucho tener una banda y que sea una plantilla estable. Cuesta mucho hacer un músico y muy poco deshacerlo”, lamenta.

Allí, el alumnado recibe una oferta muy variada: lenguaje musical, clases individuales, experiencia en la banda joven y participación en intercambios. “Intentamos que tengan la experiencia de tocar en grupo, porque una banda es un trabajo de grupo”, concluye. Cuando habla del futuro, insiste en la importancia de estudiar: “Si acaban un grado profesional o uno superior, siempre es más interesante para la banda. Puedes hacer cosas más complejas y disfrutar más musicalmente”. Por eso, el presidente asegura que siempre intentan convencer a sus alumnos de seguir en el conservatorio.

Aunque la mayoría de alcoyanos asocian la Nova a las fiestas de Moros y Cristianos, Llinares lo matiza: “Posiblemente haya más actividad cultural que festera”. Forman parte de la Junta de la filà Miqueros, participan en actos municipales y colaboran puntualmente en cargos y escuadras, pero su actividad anual es mucho más amplia.

Mantienen una programación estable en el Calderón: concierto de Fiestas, Santa Cecilia y un concierto especial que va variando. “Siempre intentas traer alguna cosita”, dice Llinares, que reconoce que el tamaño de la banda obliga a trabajar casi siempre en el escenario del teatro.

Uno de los puntos en los que Llinares se detiene es la relación con las asociaciones de los barrios. La banda siempre ha participado en iniciativas diversas —danzas, presentaciones, actividades culturales diversas— y tiene voluntad de seguir haciéndolo. Pero también ve una carencia generalizada: faltan espacios y propuestas culturales fuera del centro.

El presidente lo dice claro: “Quizá deberíamos buscar alternativas para poder hacer cosas, porque al final todo se hace en los mismos lugares”. Y apunta posibles espacios: la Uixola, “zonas abiertas del barrio” o cualquier punto que permita descentralizar. No lo plantea como una crítica, sino como una invitación: que el barrio tenga también su parte en la vida cultural de la ciudad. Así, invita a “las asociaciones” y al “Ayuntamiento” a organizar estos eventos.

Advertisements