La huella de la burbuja inmobiliaria: edificios acabados y tapiados sin habitar
En Alcoy apenas se han construido nuevas edificaciones en los últimos años, algo que ha derivado en una progresiva disminución de la oferta existente

La vivienda ha sido siempre uno de los temas claves de la sociedad, tanto en lo referente a una demanda por parte de la ciudadanía a su acceso, como también vuelve a estar ahora en el punto de mira como objeto de negocio.
Alcoy también está viviendo esa situación, y lo hace desde distintas perspectivas.
Por un lado, en la ciudad hay una huella clara de la burbuja inmobiliaria con diversos edificios de nueva construcción que están tapiados y que nunca llegaron a ser habitados a causa de la crisis que asestó a nuestro país en el año 2008.
Y por el otro, la falta de nueva construcción en la última década –debido entre otras cosas, al aumento de los costes y la legislación actual– ha hecho que, progresivamente, fuese disminuyendo la oferta inmobiliaria y en paralelo, incrementasen –y continúa en esa línea ascendente– los precios, tanto de la compra-venta como del alquiler, con cifras muy elevadas.
En la parte alta del parque de Cantagallet, por la Zona Alta, en el barrio de Santa Rosa –calle Vistabella– o el símbolo urbanístico quebrado de referencia en Alcoy: Serelles.
EDIFICIOS TAPIADOS
Todas ellas son construcciones que presentan un aspecto singular y que reflejan una realidad vivida no hace demasiados años con el ‘boom’ del ladrillo: ventanas y puertas tapiadas para evitar ser okupadas, pero más allá, es la muestra de un ‘crack’ inmobiliario de uno de los negocios más destacados que hubo en España en su momento, como fue la construcción, y que ahora ha dado paso a un nicho de mercado en la compra-venta y en los alquileres.
En este sentido, también hay ‘esqueletos’ de edificaciones que se quedaron a medias debido a la difícil situación económica que se produjo a nivel general, pero que afectó notablemente al sector de la construcción en nuestro país.
Sin embargo, la falta de nueva construcción ha conllevado a otra complicada situación que avanza a un ritmo acelerado y que supone una importante dificultad de cara a acceder a la vivienda, tanto es así que en Alcoy se están registrando alquileres de unos 800 euros en algunos casos, siendo el promedio a partir de 500, tal y como consta en diversos portales inmobiliarios, cuando hasta hace unos años, esta cifra era muy inferior.
Si bien ser ciudad universitaria supone grandes beneficios para Alcoy, para el mercado inmobiliario está suponiendo un abanico de oportunidades con alquileres dirigidos exclusivamente a estudiantes, incluso con la reforma de bajos de edificios para ofertarlos como viviendas.
Dos realidades, la huella de la burbuja inmobiliaria y el constante incremento de precios, que van cogidas de la mano y que están relacionadas, pero que tienen como consecuencia común un mercado tensionado en una sociedad que reclama el acceso a una vivienda digna con precios asumibles acorde a los sueldos y al nivel de vida de Alcoy –igual que ocurre a nivel genérico–.
Todavía es peor la situación para los colectivos vulnerables, puesto que tal y como dio a conocer Cáritas Alcoy recientemente, el acceso a una vivienda digna es uno de los principales problemas, con casos de condiciones muy precarias que se dan en nuestra ciudad.
>>Puede leer la noticia completa en El Nostre del 14 de agosto.