“La lectura ha sido una tabla de salvación durante el confinamiento”

El director de la Biblioteca Municipal de Alcoy ha explicado cual es el estado de la literatura y de la biblioteca actualmente

“La lectura ha sido una tabla de salvación durante el confinamiento”
Jose Luis Santonja, director de la Biblioteca Municipal de Alcoy

El director de la Biblioteca Municipal de Alcoy, ha explicado, para conmemorar el Día del Libro, cual es el estado de la literatura, y de la biblioteca actualmente. Además, ha querido destacar que, hoy por hoy “Alcoy está asumiendo un punto importante” dentro del mundo de la literatura, y lo describe como una fortaleza para la cultura de la ciudad, por la “cantidad de escritores que hay, la presencia y sobre todo por el nivel literario que tenemos, sobre todo en valenciano”.

– ¿Cómo ha afectado la pandemia durante este último año en la Biblioteca Municipal?
De momento no tenemos cifras concretas, pero calculamos que hemos tenido un 50% menos de usuarios, por el tema de las restricciones presenciales. Pero bueno, los servicios telemáticos han sido un “boom”, tanto en nuestra aplicación de ‘Bivia’, y, sobre todo, en la plataforma eBibio, para préstamos de libros electrónicos, en la que hemos dado de alta a unos 300 socios nuevos.

– Hablando sobre servicios telemáticos, ¿crees que la pandemia ha acelerado que el Internet y las nuevas tecnologías puedan quedarse para hacer servicios de este tipo?
Sí. La gente que es muy consumidora de cultura, sobre todo durante el confinamiento de marzo de 2020, fue traumático. Calculamos que en 15 días dimos unos 200 carnés, eso fue brutal, porque es prácticamente los carnés que podemos hacer al año. Las personas que son consumidoras de cultura y tienen costumbre de leer, al cerrarlo todo, fue muy bueno el tener acceso a libros electrónicos, y dentro de la limitada oferta que tiene, en el apartado de novedades si que se pudo funcionar bastante bien.
Desde el punto de vista de la investigación, el ponerlo en marcha era una apuesta de futuro y se ha hecho presente porque era facilitar el trabajo de los investigadores, que trabajan de normal los fines de semana, y tener estas aplicaciones disponibles durante 24 horas del día, es muy beneficioso para ellos.
Cada vez vamos a apostar más por estas plataformas.

– ¿Cuántas publicaciones se han podido hacer en el último año?
Ahora no sabría decirte datos, pero sé que también ha caído muchísimo. Por lo que ha sido Alcoy, se ha congelado prácticamente todo lo que estaba previsto hacer para poder hacerlo este año.

– ¿Entonces este año está previsto que haya más contenidos, no?
Sí, porque todos los proyectos se paralizaron. Incluso publicaciones que eran para fuera de Alcoy, y que al final lo han aplazado todo para este año. Así que todo lo que teníamos previsto se hará durante este año.

– Antes has estado comentando que han bajado notablemente el número de usuarios presenciales de la Biblioteca, pero más o menos en una situación normal, ¿Cuántos usuarios suele haber durante un año?
Los usuarios anuales, en una situación normal, serían más de 200.000. Para concretar cifras un poco más, podemos hacer una ratio de más de medio millón de consultas en Bivia durante 2020, así que las consultas telemáticas ya han superado a las presenciales. Aún así, 200.000 usuarios son muchísimas visitas.

– ¿Cuál sería el perfil de gente que más utiliza los servicios de la Biblioteca?
De todo tipo. Vienen muchos estudiantes, gente a consultar prensa, y a nivel de préstamos, las que más suelen utilizar este servicio son las mujeres. Son más consumidoras de cultura.

– Continuando el tema de los préstamos de libros, ¿Hay algún libro, o algún género en concreto que sea el más demandado?
Sí, sobre todo lo que más se pide es la narrativa. Cuando hablamos con otras bibliotecas pasa lo mismo, sobre el 90% de los préstamos es narrativa. Pasa igual que en el mercado, lo que más se mueve es la narrativa. También tiene mucho tirón la sección infantil, ese público consume mucho, y ya no hablaríamos de usuarios de cada 15 días, hablaríamos de usuarios semanales.

– ¿Se está apostando por fomentar la lectura entre los más pequeños?
Sí, sobre todo, desde la Biblioteca del Tirisiti que es la que hace más actividades, aunque ahora esté siendo más difícil, ya que en 2020 se tuvieron que suspender todas las actividades presenciales. Ahora nos estamos recuperándonos, se están haciendo cosas presenciales, se están recuperando los talleres poco a poco.

– Para ir a las bibliotecas no es necesario tener carné, pero, para hacer uso del servicio del préstamo de libros sí. ¿Cómo se puede hacer este trámite?
Antes se tenía que pedir una solicitud, pero ahora con lo de la pandemia hemos decidido prescindir de eso, y presentando el documento de identidad se hace un carné temporal. Esto es provisional, y una vez se normalice la situación se le dirá a la gente si quiere continuar y ya haremos la solicitud. Cuando llego todo esto decidimos que todo fuera de carácter temporal.

– El día 23 de abril se celebrará el día del libro. ¿Va a hacerse algún tipo de evento o actividad para conmemorar este día?
Sí, y cumpliendo siempre las restricciones. El día 12 de abril empezamos los actos con una exposición sobre postales, concretamente de una colección que nos dejó la familia de Fernando Andrés hace unos cuantos años. Era un tema que estábamos trabajando y que con la pandemia hemos podido avanzar, ya que lo teníamos pendiente para clasificar e inventariar. Hemos aprovechado estos meses para hacer la catalogación y ahora podemos hacer la exposición.

También tendremos tres presentaciones literarias, de libros que teníamos pendientes desde el año pasado. Son todo autores locales, y así aprovechamos también para darles difusión.

Como todos los años, además de que las librerías hacen un 10% de descuento en los libros, siempre pensamos en un libro especial para ese día que se regalará a aquellas personas que compren libros. Este año, aprovechando el material que tenía Jordi Tormo con la biografía de Isabel-Clara Simó, que tenía muchísimo que no había utilizado, él pensó que eso podría servir para hacer un libro especial, ‘L’Alcoi d’Isabel-Clara Simó’, que habla sobre todas las referencias que hizo durante su obra a nuestra población.

– Como director de la Biblioteca Municipal, ¿qué mensaje le daría a la ciudadanía para fomentar la lectura?
En el caso de la Comunidad Valenciana estamos prácticamente en la cola de lectura. Hay cosas que favorecen, como el clima, las relaciones sociales… La lectura exige concentración, un espacio particular, y eso es difícil de conjugar cuando se tiene un clima que puedes salir mucho por ahí. Pero hay que decir, que la lectura ha sido una tabla de salvación durante el confinamiento, se ha disparado. Y durante este último año se ha notado un crecimiento muy grande. Además, es que es una tabla de salvación personal. La cultura nos evita horas de psiquiatría, porque es una forma de evadirte. Muchas enfermedades mentales se podrían combatir si la gente tuviera más costumbre lectora, porque al final lo que haces es trabajar el cerebro.

– Recientemente has publicado el libro ‘Animetes Santes’, ¿qué podrías contarnos sobre este trabajo?
También es un efecto de la pandemia, porque cuando empiezan a aplicarse los medios de confinamiento, muchos medios me consultaron si había pasado alguna cosa parecida en el pasado y si, las medidas que se han tomado son las que se tomaban.

A partir de ahí me doy cuenta de que no hay un trabajo, ni una literatura sobre como los valencianos afrontaban la muerte, y más a raíz del tema de las pandemias. Me puse a trabajar, y presenté el libro al Premi Bernat Capó, y lo gané porque el tema causó mucho interés en el jurado, porque es novedoso, porque a nivel valenciano no teníamos nada de carácter divulgativo.

– Entonces la acogida ha sido buena, ¿no?
Sí, en su momento creó mucha expectación, porque aquí tenemos muchos trabajos sobre fiestas u otras costumbres, pero sobre la muerte no tenemos prácticamente nada, y descubres cosas, como que los niños valencianos tenían un funeral especial, o la costumbre de hacerse fotos con los bebés difuntos… La gente todo eso lo ve en las películas y no se lo cree, pero la realidad era esa. Y bueno, el libro en general va de eso, de como se han enfrentado los valencianos a la muerte y a las pandemias, y se ve que las medidas de prevención que se están aplicando ahora son muy parecidas a las que se aplicaban antiguamente como el cierre perimetral. Incluso a veces, las medidas de antes eran más serias.

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