La peatonalización tropieza con vecinos y comerciantes

Unas 200 personas se concentraron el jueves en la Bandeja para protestar contra la medida anunciada

Campaña contra la peatonalización del Centro en la ciudad de Alcoy

El colectivo ciudadano que viene llevando a cabo una campaña de protesta contra la peatonalización del Centro a través de las redes sociales, incluso colgando alguna que otra pancarta, ha pasado esta semana a la acción organizando una concentración en La Bandeja para mostrar públicamente su desacuerdo con la medida anunciada por el gobierno municipal, que además está a punto de ponerla en marcha. Alrededor de 200 personas, según los organizadores, participaron el jueves por la tarde en la manifestación convocada por este colectivo, donde se incluyen principalmente vecinos, pero también propietarios de comercios y negocios afectados en general.
Uno de los asistentes, que se identificaba como vecino, aseguraba que el sistema utilizado a la hora de implantar la peatonalización y los cambios planteados “no defienden los intereses de todos los vecinos”, y ponía como ejemplo que “no hay soluciones para facilitar la entrada y salida al párking” situado en la plaza de España. Según este ciudadano, “existe un centro bar los fines de semana, pero no existe un centro histórico, ni comercial”, se queja, a la vez que remarca carencias a nivel de “seguridad, limpieza, vigilancia y control de tránsito”, señala. Y añade: “Vamos a alegar (a la ordenanza) y si es necesario a través de demandas judiciales”.
Juani Lillo, vecina y una de las voces más combativas del colectivo, exige que el gobierno municipal “rectifique” asegurando que “como está planteada la peatonalización, no beneficia a nadie. Estamos aquí para que sepan que el vecindario no está de acuerdo con esta manera de hacer las cosas”, insiste.
Por su parte, Merce Moreno, propietaria de un establecimiento de alimentación ubicado en Sant Llorenç, afirma que desde que se empezó a peatonalizarse la calle los fines de semana le han bajado las ventas y cree, en este sentido, que la medida “puede hacer mucho daño al comercio”. Ella, de hecho, baraja traspasar el negocio si finalmente no encuentra una solución a sus problemas. “No entiendo que se peatonalice el barrio con menos población, y menos que digan que es para favorecer la distancia social por el Covid”, comenta.
Mientras, Rafa Pérez, en calidad de comerciante afectado, opina que “no es el momento” de peatonalizar el Centro por la situación “delicada” que atraviesa la economía y el sector en particular. Para el también presidente de ACECA, antes de llevar a cabo la iniciativa deberían ser preceptivas cuestiones como facilitar aparcamientos y la instalación de mobiliario urbano “que haga más atractivo el espacio”. El responsable comercial considera, además, que la peatonalización puede provocar la “fuga” de negocios y concluye señalando que “una calle peatonal que pase un autobús no tiene mucho sentido y además es peligroso”.

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