Larga vida a Manuel Candela

Después de aglutinar uno de los mejores historiales del deporte local –cuatro presencias en una Paralimpiada, con diploma olímpico incluido en Pekín 2008, tres veces campeón de Europa y una subcampeón mundial en 1999, además de más de quince veces podio en el Nacional al aire libre–, habíamos perdido la pista a Manuel Candela.

Hasta que el pasado fin de semana, en la lejana Santander, en el bello paraje del Palacio de la Magdalena, el arquero alcoyano dejaba atrás tres años de largo calvario como consecuencia de una compleja lesión de hombro que le obligó a pasar por el quirófano.

El bueno de Manolo lograba reencontrarse con el podio a nivel nacional tras subir al segundo escalón del podio del Campeonato de España al aire libre en tiro con arco. A sus 54 años se colgaba la medalla de plata tras no poder superar en la final al almeriense José Manuel Marín (6-4). El alcoyano había finalizado tercero en la ronda de clasificación. En octavos derrotaba al arquero cántabro Ignacio Gutiérrez por 6-0, en cuarto se impuso al catalán Jesús Martínez por 6-2 y en la semifinal se deshizo del gallego Manuel Bragué por un apretado 6-4.

Manuel Candela ya había dado muestras de su recuperación de la compleja lesión de hombro el pasado mes de febrero cuando se proclamó campeón de España de sala en su reencuentro con la alta competición.

Sin embargo, la prueba de fuego definitiva fue el campeonato de este pasado fin de semana. “Ni esperaba una medalla y ha sido una enorme alegría verme otra vez en el podio del Nacional al aire libre. Mi regreso, más que una oportunidad para estar ahí me lo quise tomar como un reto personal. Quería obligarme a entrenar para no estar fuera y apartarme definitivamente del mundillo de la competición”, ha explicado el alcoyano, muy feliz por este regreso tan triunfal.

Se cumplen tres años cuando su vida deportiva –e incluso personal– sufrió un importante revés que le pudo dejar para siempre fuera de la competición y también iba a condicionarle su día a día dada su condición de persona que necesita la silla de rueda para moverse.

Fue en 2015 cuando un médico le diagnosticó rotura de un tendón del hombro. La única solución posible era la intervención quirúrgica, que en su caso le obligaba a estar medio año sin poder manejar la silla de ruedas. Dado que la operación exigía de una compleja recuperación, Manuel Candela decidió no recurrir a la cirugía, pero un año después, viendo que la lesión también limitaba su vida, decidió pasar por el quirófano.

Después de un año largo de tortuosa recuperación, vuelve a sonreir, no ya porque puede llevar una vida normal como antes de la intervención, sino que ha vuelto a competir y de qué manera, recuperando sensaciones que ya tenía olvidadas.
Este subcampeonato nacional le ha abierto otra vez las puertas de las citas internacionales, algo que ya tenía olvidado hacía tiempo. Coincide que 2019 es año preolímpico y el Mundial de Holanda será clasificatorio para Tokio 2020. “Me han comentado algo, pero yo les he dicho que quiero ir poco a poco a ver cómo responde el hombro. El Mundial será en junio, lo que significará que las competiciones clasificatorias empezarán a disputarse en febrero o marzo, con lo que la preparación habrá que empezarla antes de final de año, en pleno invierno y con lo que ello representara. Ahora mismo no me pongo ninguna meta, solo ir día a día. Mi reto era volver a sentirme competitivo y afortunadamente lo he conseguido. Todo lo que ha venido después, ha sido un premio”.

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