Las embajadas de Alcoy están de vuelta

El ensayo de las embajadas muestra que el espíritu festero está cada vez más presente y vivo que nunca.

Las embajadas están de vuelta
El embajador y el bando moro, en el ensayo que tuvo lugar en la filà Guzmanes.

Los alcoyanos pudieron disfrutar de un preludio emblemático a sus queridas fiestas de Moros y Cristianos, que tras dos años ausentes, cada vez se encuentran más cerca. El ensayo de las embajadas se puedo disfrutar gracias a la Asociación de San Jorge, que abría al público este acto antiguamente destinado solo a los miembros de la entidad. La filà Guzmanes recibía con los brazos abiertos a un elevado número de espectadores, llenando casi en su totalidad el aforo del local.

El público estaba ansioso por ver y recordar la clásica batalla dialéctica entre ambos embajadores, representados por Ricard Sanz en el bando cristiano y Óscar Martínez en el moro.

Así pues, con las palabras de Rafael Sempere, secretario de la Asociación de San Jorge, daba comienzo el evento. Recitando y representando sus papeles con una profunda entrega, tanto los embajadores como los otros participantes, emocionaban a los asistentes, que movidos por la fuerza de la representación, reaccionaban con ovaciones y aplausos para los protagonistas del momento.

Los cargos festeros también hicieron acto de presencia en el ensayo, que contaba además con la participación de dos trompeteros de Raval Jussà de Albaida y la Agrupación Musical El Deliri de Gorga, dotando de ambiente musical a esta representación.

“¡Guerra, guerra!”, grita el embajador moro y “¡Armas, armas!” contesta el cristiano. El ansia festera del pueblo alcoyano, más latente que nunca, tenía su fin tras casi una hora de espectáculo, que verá su representación final en el último día de fiestas, en el castillo y el Cantó el Pinyó.

Un acto que esboza el retorno de unas fiestas todavía en tiempo de pandemia, pero que regresan con el espíritu inquebrantable de unir a toda la ciudad de Alcoy.

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