Las pocas luces de Rodes
Para poner en antecedentes a los lectores y que se ubiquen, Rodes es el edificio reformado por el Gobierno de Alcoy, situado junto a la Fuente de las Moscas, en la calle Agres. Esta obra, con la que este Gobierno pretende pasar a la posteridad, es una de las muchas patatas calientes que nos va a dejar Toni Francés.
¿Por qué? Porque el coste de creación ha sido descomunal: llevamos casi 18 millones de euros. Porque el coste de mantenimiento va a ser un agujero sin fondo para las arcas municipales: 12.000 metros cuadrados que hay que limpiar, vigilar, calentar o enfriar según la temporada, etcétera, etcétera.
Porque no tiene aparcamiento. Un lugar que aspira a ser la sede de múltiples empresas y no dispone de parking.
Y, por si todo esto no fuera suficiente, a día de hoy asistir a un evento en Rodes puede ser peligroso. Desde hace un año se están realizando eventos en Rodes y este espacio funciona con luz de obra.
¿Sabes lo que supone funcionar con luz de obra?
Para empezar, es ilegal. La luz de obra está autorizada para un fin específico y por un tiempo limitado; ya llevan un año realizando eventos.
La tarifa de la luz de obra es significativamente más cara, el suministro eléctrico es más inestable y hay riesgo para la seguridad: las instalaciones provisionales no cumplen con las mismas normativas que las definitivas, lo que aumenta el riesgo de accidentes eléctricos, como cortocircuitos o descargas.
¿Podrías hacer tú eso en tu casa? ¿Podrías hacerlo en tu empresa? ¿Podrías llevar un año funcionando como si nada? Te contesto: no, no puedes. Sin embargo, el Gobierno de Alcoy mantiene este doble rasero.
Y, mientras tanto, no pasa nada. Este Gobierno, el de Alcoy, sigue a lo suyo, sin pensar en las necesidades de los alcoyanos, empeñado en proyectos que ni queremos ni necesitamos. Muy al contrario, proyectos que nos empeoran la vida.
Como el carril bici de la Alameda, que ya acumula 24 accidentes con lesiones; o las obras de la carretera de Bañeres, en Batoy, que provocan atascos y maniobras peligrosas tras el cambio de la parada del autobús.
Mientras tanto, el cementerio no dispone de suficientes nichos libres; las obras de la Rosaleda se eternizan; Alcoy está lleno de solares en ruinas con basura y escombros; las empresas que quieren crecer se marchan a otras poblaciones; muchos alcoyanos tienen que salir todas las mañanas a trabajar fuera de la ciudad. Solo hay que pasear para ver el estado lamentable en el que se encuentran la ciudad y los polígonos. Y, sin embargo, no pasa nada.
LIRIOS GARCÍA. Concejala del PP en Alcoy