Mis 21 días con Toquero

Toquero es mi perro. Mi queridísimo perro que toma su nombre del apellido de quien fuese futbolista del Athletic Club de Bilbao. Nuestras miradas se cruzaron un 17 de marzo de 2013, cuando era un cachorro de menos de un mes de vida y, ahora, cuando va camino de los seis años, aplaudo la decisión que Carlos y yo tomamos.

Hemos intentado, desde el primer momento, tener un perro equilibrado y aquí el papel de Manu, su ‘profe’ o, mejor dicho, nuestro ‘profe’, ha sido fundamental, ya que nos ha ayudado y nos sigue ayudando a entender a Toquero y a saber cómo actuar para poder disfrutar de un animal que esté plenamente integrado en la familia y en una sociedad que no siempre facilita la presencia de perros. Y, por supuesto, hemos sido conscientes de nuestras obligaciones para velar por su salud y por la convivencia. Cumplimos con su registro, vacunas y desparasitaciones, hemos recogido todos y cada uno de sus excrementos y, desde que salió el tema de limpiar el orín, nunca hemos paseado con él sin la botella de agua.

La campaña, ¿Merece la pena?

Por eso, cuando se me planteó –al igual que a otros propietarios– el testar una campaña que el Ayuntamiento iba a poner en marcha para concienciar a los dueños de sus obligaciones para mejorar la convivencia, dudé en sumarme a ella. ¿Para qué?, pensé, ¡si ya cumplo con mis obligaciones!. Reconozco que mareé bastante al concejal Jordi Martínez: “ponme en la prueba, no me pongas, venga sí, mejor no…”, Pero al final pudo más mi curiosidad y allá que fui. Hace ya días que la terminé y Toquero ha recibido su premio por superar los retos de una campaña que me ha parecido muy interesante.

¿Sabía y cumplía con muchas de esas cosas que te plantea la campaña?, sí, claro, al igual que son muchísimos los propietarios que cumplen con sus obligaciones, pero también he aprendido otras cosas, he refrescado algunas que prácticamente había olvidado y he disfrutado de los paseos con Toquero pensando en cumplir ese nuevo reto planteado.

Retos contra la tentación

Porque la campaña ‘Supera la temptació’ –a la que se puede acceder en www.alcoiconviu.com– consiste en superar una serie de retos que te van proponiendo, a lo largo de 21 días. Se basa en ese planteamiento de que si a lo largo de ese número de jornadas adquieres un hábito ya lo mantienes en el tiempo. Los retos pasan por incidir en la recogida de los excrementos, en que los perros no ensucien con el orín y en la necesidad de limpiarlo, en las vacunas, en la documentación obligatoria del animal, en los paseos, en la relación con otras mascotas… Unos retos –recogidos en el cuadro superior– que deben ir cumpliéndose día a día para pasar al siguiente y que también te plantean la posibilidad de invitar a amigos a sumarse.

Pero la campaña va más allá, y me ha gustado toda la información que facilita al respecto de qué supone tener un perro. A lo largo de ésta se pone al alcance del usuario la normativa existente –que no siempre es fácil de encontrar–, en la que se recogen cuestiones tan interesante como dónde poder soltar al perro para que corra libremente y en qué horario hacerlo, así como que añadir vinagre al agua con que se limpia el orín permite una mayor desinfección, o que si tu perro orina en un árbol no solo no ensucias el mobiliario urbano o las paredes, sino que además ayudas a enriquecer la tierra donde está el árbol.

Durante la campaña se te regala una monísima botella para el agua que, en mi caso, no me sirve más que de recuerdo, pues con un perro de 27 kilos salir a pasear con una botella en la que cabe poco más de un cuarto de litro sirve de poco. Y eso que ya es habitual que Toquero solo vaya a árboles, pero nunca sabes con qué te vas a encontrar y la capacidad de esa botellita es insuficiente, algo que le sucederá a muchos propietarios.

¿Está llegando a todos?

Una vez abierta la campaña a la participación de todos aquellos que quieran sumarse me queda una duda: ¿Está llegando a todos los propietarios? Considero que, hasta la fecha, los esfuerzos del Ayuntamiento por promocionar esa campaña han sido insuficientes y es el boca a boca el que está comportando una mayor implicación ciudadana.

Ya pasó con la obligatoriedad de llevar la botella de agua. En mi barrio, en la Zona Alta, son muchos los propietarios de perros que salen a pasear con ella. Se ha ido corriendo la voz y comprobando que es útil, pues que mi perro se acerque cada vez más a los árboles también se debe a que con el agua se va eliminando el olor de paredes y mobiliario urbano, por lo que va disminuyendo su atracción hacia esas zonas.

Sería una lástima que una buena iniciativa, a mi entender, no tuviera la repercusión que debería. Una rueda de prensa informando de la campaña, que se comparte en redes sociales, es insuficiente para llegar a todos o, al menos, a una gran mayoría. Sería, como digo, una lástima que solo se sumaran esos propietarios que siempre cumplen y que ahora se interesan por ella y te preguntan después de haber visto alguna publicación en facebook. Me parece una gran campaña y deberían insistir para sumar participación.

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