Otra vez el reto de cumplir lo prometido

Alcoy vuelve a recibir un impulso europeo. Los 6,4 millones de euros de fondos FEDER, que permitirán una inversión total de 10,7 millones hasta 2029, son una buena noticia para una ciudad que ha hecho de la captación de ayudas europeas una de sus principales fortalezas. Con el nuevo PAI Alcoi Connecta, el Ayuntamiento promete retomar proyectos atascados y avanzar hacia una ciudad más sostenible, digital y cohesionada. Pero la pregunta es inevitable: ¿sabrá esta vez traducir los anuncios en resultados visibles?

El plan incluye actuaciones muy necesarias: la finalización del Parque de Rodes, vivienda pública en el Centro, la reurbanización de la ladera de la Beniata o la rehabilitación del Centre Cultural. Son proyectos que pueden cambiar la cara de Alcoy si se ejecutan bien, pero también son los mismos nombres que llevamos escuchando desde hace años. Basta recordar que el Via Parc, otro de los proyectos, ya figuraba en los planes del antiguo gobierno del Partido Popular, y sigue hoy en la lista de tareas pendientes.

No es un caso aislado. Hay proyectos vinculados a anteriores estrategias de financiación que se quedaron por el camino. La reivindicada urbanización de la plaza Al-Azraq se anunció en 2018 como un paso decisivo para recuperar este espacio, incluso se proyectó un edificio innovador e inteligente —premiado en el concurso Europan14 de arquitectura— del que nunca más se supo.

Y una vez las obras se hacen, hay que mantenerlas. El aparcamiento de la Riba, por ejemplo, construido también con fondos europeos, presenta hoy una imagen de abandono que pone en evidencia lo difícil que resulta mantener en buen estado las inversiones realizadas. No basta con inaugurar: hay que cuidar, revisar y garantizar que lo ejecutado no se deteriore a los pocos años.

El alcalde Toni Francés y su equipo presumen —con razón— de eficacia en la gestión europea: Alcoy ha sido seleccionada entre las ciudades mejor valoradas y ha ejecutado la mayoría de los fondos recibidos. Pero conviene no olvidar que esta financiación nunca cubre el 100%. El resto lo aporta el Ayuntamiento u otras administraciones, dinero que podría destinarse a necesidades más urgentes si los proyectos no avanzan o se eternizan en la fase de planificación.

En definitiva, Alcoi Connecta es una buena noticia para la ciudad, porque consolida un modelo urbano con coherencia y visión a largo plazo. Pero también supone una nueva prueba de fuego para un Ayuntamiento que ha demostrado saber planificar, aunque no siempre con la misma agilidad para ejecutar. Alcoy tiene una hoja de ruta clara; ahora necesita demostrar que todo ese dinero europeo se traduce en mejoras reales para quienes viven aquí.

JÉSICA SEMPERE. Periodista

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