Penàguila celebra la ‘huità’, antesala en las fiestas mayores
La 'huità', que fecha del 1700, comienza unas fiestas llenas de tradición, con el pregón de Joan Jordà

Cada agosto, el pequeño pueblo de la comarca, Penàguila, se transforma completamente para recibir con los brazos abiertos una gran ola de tradición, ilusión y disfrute. Después de la celebración de las fiestas jóvenes, se preparan seguidamente para sus fiestas mayores, dedicadas a la Mare de Déu del Patrocini. Estas no son solo una programación de actos religiosos y lúdicos, sino que recogen la identidad de un pueblo que se esfuerza cada año para hacerlas posibles. La celebración gira en torno a dos fases: la ‘huità’ y los días que se corresponden en las mismas fiestas. La ‘huità’ es una tradición que arranca ocho días antes de dar el pistoletazo de salida en las mismas fiestas. Estas se realizan desde el año 1700, cuando los señores del pueblo organizaban misas, hogueras y festejos populares. Ahora, esta función ha sido otorgada a familias y grupos de amigos.
Cada noche, organizan una hoguera que se convierte en el centro simbólico y social del día, además, se realizan solemnes ‘octavaris’, misas, conciertos, bailes tradicionales o incluso una gincana. Este año, entre los organizadores destacan la Colla d’Amics del Primer Foc, la Colla del Taburet o la Societat Musical Cultural de Penàguila. Uno de los momentos más emotivos y representativos de la ‘huità’ es “la Girà”, que marca su inicio. En este acto, la imagen de la Mare de Déu del Patrocini pasa a presidir el altar mayor de la iglesia, en sustitución de la Virgen del Asunción.
Además, el séptimo día de la ‘huità’ se realiza el pregón, uno de los acontecimientos más importantes. Este lo ofrece cada año una persona diferente que haya sido relevante y significativa para el municipio. Este año se realizará el próximo 22 de agosto y en esta edición de las fiestas mayores lo dará Joan Jordá, un escritor de poesía. Justo después tendrá lugar el tradicional desfile de disfraces, que convierte las calles de Penàguila en un carnaval improvisado del cual disfruta todo el mundo.

Como novedad este año, y aunque no figura en la programación oficial, el grupo de senderismo recientemente formado, Amics de Muntanyes d’Aitana, organizará una ruta infantil el 19 de agosto para niños y niñas menores de 15 años. Esta incorporación refuerza la dimensión familiar y comunitaria de las fiestas, así como el interés creciente por las actividades al aire libre. También este año han renovado varias cosas en el pueblo como la piscina municipal, un gran atractivo para los vecinos durante el verano; y quieren hacer la Plaza del árbol, la calle ancha y la calle la caña con el mismo firmo que el resto del pueblo.
Además, pensando en los más jóvenes y el mantenimiento de las tradiciones, María José, concejala de fiestas y representante del Club de Danses de Penàguila, recuerda que desde el 2023 las danzas tradicionales del municipio están reconocidas como de relevancia local. “Tenemos la obligación de transmitir esta herencia a los más jóvenes porque no se pierda”, afirma.
El 24 de agosto, la tradición se viste de gala en la Entrada de Moros y Cristianos. Normalmente, son cinco filaes las que recorren las calles del pueblo acompañadas de música ofrecida por la Societat Musical Cultural de Penàguila; sin embargo, hay años en que algunos vecinos se juntan para crear una sexta filà. La Entrada es uno de los actos más esperados por vecinos y visitantes, y marca el inicio de los días grandes. Ese mismo día también se celebra la misa de la ‘Hoguera del pueblo’ y el Trisagi Eucarístic por la noche.
El 25 de agosto, día en honor a la Mare de Déu del Patrocini, se viven las horas de mayor fervor religioso. El canto de la Aurora a las siete de la mañana, interpretado por la gente del pueblo, y la ‘despertà’ musical anuncian una jornada especial. A mediodía, la misa del Maestro Jordá contará con la interpretación del Grupo Cantores de Alcoy, y al finalizar, una traca recorrerá el pueblo. Por la tarde se abrirá el Jardín de Santos y, por la noche, la procesión culminará con la proclamación de los festeros del 2026. Cerrará la jornada una actuación tributo a Rafaella Carrà.
El 26 de agosto es el día de las paellas, una de las jornadas más multitudinarias. Desde primera hora, los vecinos se reúnen para preparar el montaje en los cuatro lados, y más tarde van a recibir los ingredientes en el Museo del Aceite por, finalmente, concentrarse en la calle Virgen del Patrocinio para cocinar y compartir este plato típico. La comida estará amenizada por la charanga La Orquesteta y la música continuará con un DJ. “Hay veces que no damos abastecimiento con los servicios, somos muy pocos el resto del año, pero en fiestas el pueblo se llena”, reconoce el alcalde Salva Català.
Las fiestas concluyen el 27 de agosto con el Día de los Niños, dedicado por completo a los más pequeños, con juegos de agua en la piscina municipal, hinchables y una última cena de ‘cabasset’ que pondrá fin a semanas de intensa actividad.
Las fiestas mayores de Penàguila son, sin duda, una muestra de como tradición, cultura y participación popular se entrelazan para mantener viva la identidad de un pueblo que sabe disfrutar de cada acto.