“Quiero devolver lo mucho que me dio EEUU”

Carlos Matarredona inicia un proyecto personal de apadrinar jóvenes talentos para continuar su formación en universidades americanas

“Quiero devolver lo mucho que me dio EEUU”

Ha elegido a Monserrat Brotons como invitada al potcast de presentación de su nuevo proyecto personal. La pívot de Cocentaina, jugadora del Araski de Vitoria, equipo profesional de la Liga Femenina Endesa, siempre ha mantenido que su carrera posiblemente hubiera tenido una dimensión menor sin la experiencia de su paso por el deporte universitario americano. Fueron cuatro años (2016-2020) en el Oral Roberts Golden Eagles de la División I de la NCAA que acabaron siendo la llave de la puerta del baloncesto profesional en España.

Después de esta primera incursión, Carlos Matarredona espera que otros deportistas destacados cuenten su experiencia en Estados Unidos, que en el caso del extenista, “me cambió la vida para siempre”, destaca.

El alcoyano, que ahora tiene 25 años, estuvo un año más que Montserrat Brotons, un total de cinco, atraído por la experiencia de su tío Miguel Valor, referente del tenis local en la década de los 90 y posiblemente el mejor jugador alcoyano de todos los tiempos, campeón de España de dobles en 1996.

Cuando emigrar a Estados Unidos para compaginar estudios con una carrera deportiva era prácticamente una epopeya, Miguel Valor fue un pionero con la mayoria de edad recién cumplida. Jugó primero en la Tyler Junior College, para después licenciarse en la Universidad de Arkansas.
Durante ese periodo logró dos títulos nacionales de la NJCAA (90 y 91) y acabó 14º de la Primera División de la NCAA compitiendo como segundo jugador y primero en dobles. Terminada aquella etapa decidió regresar a casa y coger las riendas del negocio familiar. Como tenista no le fue mal, consiguió escalar hasta el puesto 33 del ránking nacional y el 900 de la ATP.

Casi tres décadas después, el sobrino siguió los pasos del tío y en agosto de 2018 llegó a Estados Unidos con una beca bajo el brazo y de la mano de la empresa MVCSports, que llevaba las iniciales de Miguel Valor Campayo y con la que buscaba apadrinar jóvenes talentos para que continuarán su formación académica y deportiva en universidades americanas.

Pero la pandemia, como muchas otras cosas, terminó por llevarse aquel proyecto personal, coincidiendo en una etapa de plena expansión del negocio familiar.

Carlos Matarredona consiguió el anillo del Campeonato Nacional de Universidades Junior College (NJCAA) y ofreció su mejor versión como tenista tras fichar por North Alabama University.

Hasta que en 2021 dejó Estados Unidos atraído por una oferta como entrenador de la Mouratoglu Tennis Academy, considerada como la academia de tenis más prestigiosa del mundo, creada en 1996 por Patrick Mouratoglu y con sede central en Niza, que acababa de abrir en Cerdeña su quinto centro en el mundo.

Carlos Matarredona ya no regreso a Estados Unidos, pero ahora quiere recuperar esa conexión con el país que le cambió la visión de la vida con el proyecto personal que en su día inició su tío, que dio continuidad su madre María José y que llevaba un tiempo en el rincón del olvido.
“Hacía tiempo –reconoce– que venía dándole vueltas al asunto. Buscaba ese componente de satisfacción personal y creo que tengo tanto la formación como la experiencia para llevar adelante este proyecto. A mi el deporte universitario estadounidense me cambió la vida y ha llegado el momento de devolver lo que me dio en su día”.

Así, desde el pasado día 1, nace The Next Player USA, una agencia con el propósito de acompañar a jugadores y familiares en el proceso de conseguir una beca en Estados Unidos. “Al tercer año fiché por la Universidad de North Alabama, donde viví los que considero que son los 3 años más bonitos de vida hasta hoy. Una etapa llena de aprendizajes, de experiencias y muchas amistades, y a la que siempre estaré agradecido. Una etapa que me hizo madurar mucho como jugador de tenis, pero sobre todo como persona y estudiante. Ahora quiero trasladar esa experiencia a otros jóvenes con ese sueño”, desvela Carlos Matarredona.

Él y su tío regresaron a Alcoy, Montserrat Brotons a Cocentaina, pero otros que siguieron sus pasos como Carlos Bataller, Xavi Vicent, Fernando Payá, Ferran Florencio, Nacho Faus o el caso más reciente, el de Javi Montava, continúan allí, incluso algunos crearon una familia y tienen su propio negocio.

“Son cada vez más casos de deportistas españoles que deciden seguir formándose en Estados Unidos, pero todavía hay bastante desinformación, se cree que ir allí es dar un paso atrás en sus carreras, cuando es todo lo contrario y encima sales con una titulación unversitaria y un idioma nuevo. Puedes ser el mejor jugador pero sí en los estudios vas mal y no apruebas, enseguida te apartan del equipo. Se cuida mucho al deportista pero ellos priorizan la formación académica”, desvela Carlos Matarredona, quien regresó con una titulación por la Universidad de North Alabama y un máster en Business Management.