Recogida de firmas para poner nombre a las dos pistas de Caramanxel

Se quiere que lleve el nombre de Roberto Pardo y José Antonio Bravo, creadores de la Escuela de Fútbol de Caramanxel

Bravo y Pardo, sentados a la izquierda y en centro, en una comida de antiguos entrenadores de la Escuela de Fútbol de Caramanxel.

Dos de las pistas más emblemáticas del deporte de nuestra ciudad, que encima han cumplido una doble función, la deportiva y la social, por estar en pleno corazón de uno de los barrios con mayor densidad de población de la ciudad, podrían dejar el anonimato actual para pasar a recibir el nombre de dos de las personas que hicieron que el polideportivo Juan Agudo Garat, o popularmente conocido como polideportivo Caramanxel, fuera un vivero de jugadores para la cantera del fútbol local.

Al menos esa es la pretensión de un grupo de entusiastas de este colectivo, quienes quieren recuperar la memoria de dos personas que de forma altruistra hicieron realidad el sueño de muchos niños que querían ser futbolistas, algunos de los cuales consiguieron llegar a ser profesionales.
Desde hace unas fechas se están recogiendo firmas para que las dos pistas del polideportivo Juan Agudo Garat pasen a llevar el nombre de Roberto Pardo y José Antonio Bravo. La intención es conseguir un número de firmas suficientes para trasladar la petición al Centre d’Esports y que a nivel municipal se valore llevar adelante esta petición que está teniendo una destacada acogida.

El futbol formativo de las décadas de los setenta, ochenta y noventa, fundamentalmente, no se entendería de igual manera sin la aportación de Roberto Pardo y José Antonio Bravo, cada uno desde su parcela, el primero más desde la parte deportiva y el segundo desde la gestión.
Ambos formaron un tándem muy querido en el fútbol local desde que a comienzos de la década de los setenta, los dos se prestaran a atender la petición de Eduardo Latorre, siempre atento a las necesidades del deporte local, quien habló con ambos para ser ellos quienes puisieran en marcha una escuela de fútbol aprovechando la construcción de las dos pistas en la Zona Nord.

La iniciativa tuvo una inmediata respuesta y aquella escuela de iniciación adquirió una rápida popularidad. Pronto comenzaron a formarse equipos y la necesidad de empezar a competir. No lo podían hacer como escuela de fútbol, por lo que para empezar a jugar en las primeras ediciones de los Jocs Esportius tuvieron que adquirir un nombre.

El elegido fue ponerle Escuelas Deportivas de Caramanchel, que es como popularmente han pasado a la memoria del fútbol local. A Roberto Pardo y José Antonio Bravo se le fueron sumando otros entrenadores como Josele Benito, Juan Giner o los hermanos Alberola, Alfredo y Jorge, además de Juan Antonio Miranda.

A lo largo de más de cuatro décadas de funcionamiento han sido cientos los niños que dieron sus primeros pasos futbolísticos en esta escuela de barrio. Algunos como Víctor, Nacho, Serra, Toni, Miranda, Lucena, Cuenca o Pla, llegaron al primer equipo del Alcoyano o alcanzaron cierto renombre en sus categorías inferiores.

Aunque quien más lejos ha llegado ha sido Marcos Abad, actualmente entrenador de porteros del Leeds de la Premier, quien siempre que puede no desaprovecha la ocasión y tiene unas palabras especiales para recordar el aprendizaje que recibió en sus inicios de la mano de Roberto Pardo y de José Antonio Bravo. Pardo recibió en 1992 el reconocimiento del Centre d’Esports como mejor organizador deportivo.

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